El presunto infractor es un varón de 56 años, natural de Adamuz y residente en Arona (Tenerife). Este personaje compraba una serie de jamones, que no estaban amparados por esta Denominación de Origen y procedía a sustituir las etiquetas por unas nuevas bajo el nombre de una empresa que no figuraba dada de alta en ningún registro mercantil y les incorporaba una falsificación de la contraetiqueta de la Denominación de Origen. Con esta práctica, modificaba externamente el origen y la calidad del producto ofrecido al consumidor con la intención de obtener un lucro ilícito.

Todo surgió cuando, en el pasado mes de diciembre, fue detectado un anuncio en las redes sociales en el que se publicitaban, en un restaurante de Tenerife, unos jamones con una etiqueta que simulaba la original de la DOP Los Pedroches.

El presunto autor se basaba en la existencia de una relación de confianza, lograda a lo largo de un año, con establecimientos públicos de la isla. A los mismos les suministraba inicialmente jamones ibéricos de gran calidad desde la Navidad de 2016. También se detectó el mismo problema en otros dos comercios.

En algún momento, a lo largo del pasado año, sustituyó las etiquetas originales por unas falsas, alterando con ello la garantía de calidad del producto suministrado. Es decir, el personaje en cuestión conservaba los precintos originales del producto, con su numeración correspondiente a jamones de bellota con un 75 por 100 de Ibérico, mientras que cambiaba la vitola del producto por otra en la que figuraba que el jamón era bellota 100 por 100 Ibérico.

En los registros practicados por la Guardia Civil se han intervenido dos jamones Ibéricos, varias etiquetas que simulan las originales de la DOP Los Pedroches, y numerosas facturas y albaranes que están siendo analizadas y puestas a disposición judicial para valorar la entidad del fraude.

Se trata de un delito contra la propiedad industrial.