Puede ser un ejemplo más de la ineficiencia e ineficacia de nuestras administraciones. Lo había advertido reiteradas veces la Comisión Europea y estas advertencias, a pesar de los últimos esfuerzos realizados por las administraciones españolas que gestionan este fondo, el resultado han caído, una vez más, en un saco medio roto, por decirlo con suavidad.

En efecto, España ha perdido algo más de 50 millones de euros de los fondos comunitarios por no haber sabido utilizarlos a tiempo, a pesar de los tres años de prórroga con que contaba (se trata de la anualidad del año 2015, que se podía utilizar hasta finales del pasado año 2018).

Las únicas regiones que han consumido a tiempo los fondos que tenían asignados han sido Cataluña y País Vasco. El resto ha perdido fondos, con grandes diferencias entre regiones. Si solo nos fijamos en las costeras con flota, es la Comunidad Valenciana la que peor ha gestionado este tema dado que no ha sido capaz a estas alturas de empezar a gastar los fondos del período 2014-2020, y ha perdido la totalidad de la anualidad, con un importe de algo más de 6 millones de euros.

Comunidades Autónomas, por el contrario, se han quedado muy cerca de utilizar todos los fondos, por lo que han perdido un porcentaje pequeño de su dotación, siendo Murcia y Canarias las que más se han acercado al 100%.

Ante esta realidad y como es lógico, en Bruselas se siguen manteniendo las históricas dudas acerca de la capacidad real española para absorber todos los fondos asignados, ya que para que no se vuelvan a perder fondos a finales de 2019 deberían gastarse al menos 20 millones más en este año que lo que se ha gastado en total en los cinco primeros años del programa.