Se trata de un ejemplo más de la deplorable “no gestión” del MAPA en un tema relacionado con las especies silvestres.

La extensión del lobo ha hecho que durante los dos últimos años estos animales hayan matado 150 ejemplares de cabra montés en la Sierra de Gredos. Esta cifra ha sido facilitada por el director técnico de la Reserva Regional de Caza de este espacio natural, don Manuel Díez, coincidiendo con la sesión ordinaria de la Junta Consultiva de la Reserva de Caza, que ha dado cuenta del balance de la ejecución del plan de mejoras 2018-2019 y de los resultados de la temporada cinegética.

El primero en referirse a los cánidos, ya que se ha abordado el asunto en este foro, ha sido el delegado territorial de la Junta, don José Francisco Hernández, quien hizo referencia a la declaración del lobo como especie «de interés general» por parte del Ministerio de Transición Ecológica (Miteco), para dar cumplimiento a lo dispuesto en la Directiva Hábitat de la Unión Europea. El señor Hernández afirmó que el lobo en Gredos «también está causando estragos en los ejemplares de cabra montés», repercutiendo en el número de machos cazados.

Sobre este asunto, el señor Díez puntualizó que la “amenaza” del lobo hizo o que entre enero de 2017 y mayo de 2019 un total de 150 ejemplares haya muerto como consecuencia de las acciones de los lobos. El director técnico de la reserva señalo que se trataba de ejemplares «de todas las edades y tamaños«, aunque precisó que la acción de los cánidos está afectando de manera especial a «los más viejos y con peores condiciones para sobrevivir», que son los que cada año son «objeto de caza» en la Reserva.

Los elegidos suelen ser «los que van a morir de muerte natural», de ahí que sean los seleccionados para ser abatidos durante las monterías organizadas. No obstante, don Manuel Díez explicó que «pese a la amenaza existente, sobre todo sobre los ejemplares de mayor tamaño y edad, se ha conseguido mantener unas cifras de capturas y de ingresos» este año. Al respecto, subrayó que «los ingresos se encuentran en máximos históricos, alrededor de 1.150.000 euros, en razón a una mayor demanda y a una mejor venta, lo que ha provocado que los precios se mantengan, pese a haberse reducido ligeramente los ejemplares y en una cifra significativa los tamaños».