Una empresa innovadora crea una ostra espía que alerta de robos en los parques de cultivo

Al igual como acontece en la ganadería terrestre las pérdidas originadas por los robos son uno de los principales problemas de la acuicultura industrial (tanto la marítima como la continental). En efecto, los robos, cada vez más frecuentes, tienen lugar tanto en los viveros en el mar abierto como en los parques de cultivo de tierra afectando tanto a peces como a moluscos.

En el caso de los ostricultores franceses las pérdidas por robos alcanzan valores millonarios cada año.

Conscientes de esta problemática, la empresa Flex Sense acaba de desarrollar una “ostra espía” equipada con una tarjeta electrónica que cuando detecta un movimiento lanza un SMS al productor alertando de que puede estar produciéndose un posible robo. El dispositivo tiene capacidad de geo – posicionamiento y consta de una batería con una duración de 60 meses.

Con su cáscara gris-azul en relieve parece una ostra de verdad. Pero es de plástico y lleva una tarjeta electrónica y un emisor que alerta en caso de movimiento. Es el ‘Flex Spy’, un falso molusco espía concebido en Francia, que entra en los criaderos de ostras para luchar contra el robo.

Camuflada entre otras ostras en una bolsa, esta «chivata» sorprende al ladrón con las manos en la masa, o en el agua en este caso. Completamente hermética, la tarjeta electrónica dispuesta en el interior está compuesta por una antena, un acelerómetro, un zumbador(buzzer) y un modulador de frecuencia. Activado como una granada y lanzado en medio del parque de cultivo de ostras, a pesar de permanecer conectado, este objeto se mantiene dormido entre los moluscos verdaderosy se despierta solamente si detecta un movimiento sospechoso. Entonces envía una alerta directamente al teléfono móvil o al ordenador del ostricultor, quien podrá comenzar la «búsqueda y captura» de los predadores de su criadero durante un periodo de 175 horas.

Es decir, el mencionado dispositivo, además, ayuda a las aseguradoras a corroborar si la desaparición de las ostras obedece a un episodio de mortalidad o de robo.

El inventor de esta ostra espía es don Emmanuel Parlier, un experto de la industria acuícola francesa, que ha invertido en el dispositivo 700.000 euros y 36 meses de desarrollo.

Esta innovación está siendo probada por el productor de ostras de Côtes-d’Armor, en Plougrescant y los primeros resultados son altamente alentadores.