Tribuna informativa – Semana 4/2017

  1. Reconocimiento mutuo de los Sistemas de Inspección de los Productos Cárnicos entre México, Estados Unidos y Canadá

El Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA) de México y sus correspondientes contrapartes de Canadá y de Estados Unidos han sellado un Marco de Referencia para fijar la Relación Operacional entre las agencias sanitarias de América del Norte, con la doble finalidad de fortalecer la relación trilateral de naturaleza científica y técnica, capacitando a las instituciones para poder atender de manera directa todos los problemas que puedan surgir en el contexto del comercio de cárnicos.

Este acuerdo implica, pues, un reconocimiento mutuo de los Sistemas de Inspección de los Productos Cárnicos de los tres países implicados. El documento debe sustentar el poder garantizar que las medidas de inocuidad alimentaria que se aplican en el comercio trilateral de estos productos se basan en evidencias científicas y técnicas, asegurando una relación transparente en la comercialización de las carnes rojas, de la carne de pollo y de los ovoproductos.

El objetivo final es poder garantizar un intercambio justo y transparente de estos productos entre estos tres países implicados (acuerdo que indirectamente nos afecta). El acuerdo alcanzado implica, además, el compromiso de los productores y exportadores de cárnicos de los tres países de cumplir con las respectivas normativas nacionales y con las de sus socios comerciales, con el fin poder ofrecer a los consumidores una mayor garantía de inocuidad de los cárnicos que adquieran.

Es un ejemplo que debería seguir siempre la Unión Europea cuando sella acuerdos con Países Terceros.

 

  1. El censo porcino en EE.UU. se recupera

De acuerdo con los datos publicados por el Servicio de Estadísticas de Estados Unidos, el censo porcino se sitúa actualmente alrededor de los 72 millones de cabezas, de los cuales algo más de 6 millones son cerdas reproductoras.

Lo Estados con un mayor censo porcino son Iowa, que tiene unos 22,5 millones de cerdos, seguida de Carolina del Norte (9,5 millones, aproximadamente) y de Minnesota, con otros 8,5 millones.

El incremento de oferta también comportó un descenso en los precios, los cuales alcanzaron un nadir en el pasado mes de noviembre a nivel de los ganaderos (del orden de los 46 centavos/libra), si bien en el eslabón transformador, por mor de la potente demanda interior y exterior, se registraron unas ganancias récord en el año 2016.

La impresión existente es que, ante la realidad de la mencionada demanda global (interna + externa) los precios a los productores, tanto de lechones como de cerdos cebados, aumentarán y, de acuerdo con las predicciones, entre otros, del Sr. Jim Log, presidente de GENESUS, estos aumentos serán hasta el verano más que notables (se está hablando de precios al productor del orden de los 80 centavos/lb en verano; aumentos sustentados también en razones climáticas, que originará, como todos los años, un descenso de la oferta).

En cualquier caso, no hay que olvidar que EE.UU. produce el 10 por 100 de toda la carne porcina del Mundo (es el tercer productor mundial, por detrás de China, 50 por 100, y de la U.E. – 28, con casi el 21 por 100). También es el tercer consumidor mundial de porcino, con 8,8 millones de toneladas anuales equivalentes carne canal, y es, copando el 31,5 por 100 del comercio mundial en este sector, el segundo exportador mundial (precisamente detrás de la Unión Europea).

Consecuentemente, lo que sucede en el sector porcino estadounidense afecta muy directamente a la realidad de este sector en la Unión Europea.

 

  1. A vueltas con el huevo comercial producido en jaula

Después del revuelo generado en Dinamarca hace unas semanas con el posicionamiento del segmento comercializador respecto del huevo para consumo humano, ahora ha sido un importante grupo de distribución del país vecino, Francia, el que ha hecho sonar “la sirena” al anunciar que, presionado por los consumidores, va a dejar de vender en sus establecimientos, en un máximo de 6 – 8 años (horizonte 2025 como máximo) huevos producidos por gallinas alojadas en jaulas (es decir, huevo 3).

En primer lugar, no está nada claro que sean “los consumidores”, como dijo el responsable de la CFA (que forma parte del principal sindicato agrícola francés), los responsables de estas actitudes. No parece que la distribución actúe bajo la presión de los consumidores sino bajo el dictado de dos o tres organizaciones de “iluminados e ideólogos”, que utilizan para argumentar imágenes manipuladas, que en nada corresponden a la gran mayoría de la realidad productiva (no hay duda de que los avicultores de puesta franceses, al igual que los españoles son, en su inmensa mayoría, grandes profesionales que atiende correctamente a todas las necesidades de sus gallinas, incluyendo las vinculadas a su bienestar)

En segundo lugar, es evidente que una decisión de este calado afecta muy mucho a los avicultores franceses, que hasta el año 2012 tuvieron que hacer ingentes inversiones para adecuar sus jaulas a la normativa de las “jaulas enriquecidas”. Hoy, alrededor de un 70 por 100 de las ponedoras francesas siguen estando ubicadas en jaulas enriquecidas.

En este contexto, hay que manifestar que, tal y cómo han evolucionado en estos 3 – 4 últimos años, los precios de los huevos para consumo pie de granja, en la generalidad de los Estados de la Unión Europea, es sumamente complicado que los avicultores hayan podido afrontar adecuadamente la amortización de estas inversiones. En Francia, estas inversiones han supuesto del orden de unos 1.000 millones de euros (una gran parte de estas inversiones han sido financiadas con capital ajeno, lo que significa un importante y caro apalancamiento). Por ello, la gran mayoría de los avicultores de puesta franceses no están en condiciones de afrontar financieramente otra importante inversión en un corto espacio de tiempo (inversión necesaria para pasar de producir huevo 3 a generar huevo 2 ó 1).

Cómo es lógico, el sector productor pide tiempo y una transición paulatina, dejando siempre al consumidor la libertad de elegir qué tipo de huevo quiere consumir.

El sector español de la avicultura de puesta debería tomar muy buena nota de lo que está sucediendo con la gran y mediana distribución en otros Estados de la Unión Europea.

  1. Exportaciones coyunturales de huevo para consumo a Corea del Sur

Al igual que sucedió en el segundo semestre del año 2015, cuando, a causa de la gripe aviar sufrida por el sector del huevo en EE.UU. (que se quedó, por esta razón, parcialmente desabastecido), España se convirtió coyunturalmente en uno de sus principales proveedores.

Ahora, por las mismas razones de tipo sanitario, nuestro país va a poder exportar, también coyunturalmente (atención a esta realidad), huevos para consumo a Corea del Sur.

Corea del Sur es un país que, en condiciones normales, se autoabastece de huevos para consumo. No obstante, por causa de sufrir sus explotaciones el azote de la gripe aviar, ha tenido que sacrificar más de 30 millones de ponedoras y, por esta razón, no puede atender a corto-medio plazo su demanda interna.

De acuerdo con lo expuesto por la directora de la Asociación Española de Productores de huevos, doña María del Mar Fernández, esta coyuntura de poder exportar a Corea del Sur, que ha sido una noticia totalmente inesperada, podrá ser aprovechada positivamente por 28 de nuestras empresas avícolas. Los envíos inmediatos se efectuarán por vía área, ante la gran demanda que genera el año nuevo coreano (de fecha 28 de enero).

En principio, este mercado permanecerá abierto entre 6 meses y un año. A señalar que el otro gran proveedor de huevo para consumo, en estas circunstancias descritas, será Estados Unidos, plenamente recuperado del desastre del año 2015.

 

  1. El problema del maltrato animal en España

A Mahatma Gandhi se le atribuye una frase, en lo que al tema del maltrato animal se refiere, que nos debería hacer reflexionar a todos: “La grandeza de una Nación y su nivel moral pueden ser juzgados por la forma en que trata a sus animales”.

Lamentablemente, en España, utilizando este baremo y aunque hemos mejorado muy significativamente en los últimos años, no podemos todavía presumir excesivamente de grandeza moral.

Viene a colación esta frase porque, durante el año 2016, el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (SEPRONA) se ha visto obligada a realizar cerca de 12.500 actuaciones en razón de la existencia de situaciones ligadas directamente con el maltrato animal; caballos, perros, gatos, aves, vacas, ovejas, etc. han sido protagonistas involuntarios de estas actuaciones.

Se han denunciado 798 infracciones penales de maltrato y/o abandono de animales domésticos que han llevado aparejadas la investigación o detención de casi 500 personas (490, para ser exactos). Fuentes consultadas estiman que, lamentablemente, el número real de infracciones penales que se cometen en nuestro país y que no transcienden a la autoridad  es, como mínimo, diez veces superior al de las denuncias que ha sido posible cursar (un ejemplo: cada año, una vez finalizada la temporada, son sacrificados o abandonados, miles de galgos y otros perros de caza, sin que estas infracciones, ejecutadas con alevosía, puedan ser castigadas porque no pueden ser correctamente identificados los causantes de las mismas, ante la permisividad social).

No se olvide aquí que los delitos de maltrato de los animales domésticos están penalizados con hasta 18 meses de privación de libertad y que, en el caso de abandono, las penas son una multa e inhabilitación.

Paralelamente, el SEPRONA tramitó 11.729 denuncias por infracciones administrativas a la normativa que atañe a animales domésticos, en razón, básicamente, a problemas relacionados con el bienestar animal, la falta de higiene y/o de idoneidad de los alojamientos, los transportes inadecuados o los errores en los registros documentales y/o sanitarios.

Especialmente relevantes fueron las actuaciones que implicaron: muertes de caballos para lograr el cobro fraudulento de indemnizaciones; el apuñalamiento reiterado de una vaca hasta originar su muerte; la intervención de 16 perros criados y adiestrados para peleas; la intervención, en distintos puntos de la península, de 300 gallos de pelea (algunos de ellos gravemente heridos); la detención y/o imputación de tres decenas de personas por generar amputaciones de orejas y de rabos en perros de caza; el sacrificio indiscriminado y con sufrimiento de animales por motivos económicos sin ningún control veterinario; la intervención de 182 perros procedentes ilegalmente de la Europa del Este (con cerca de 59 cachorros fallecidos); varias denuncias por transporte inadecuado de animales, etc. etc.

Es necesario insistir, una vez más, en la imperiosa necesidad de educar adecuada y permanentemente a nuestra sociedad, para que todos seamos plenamente conscientes de nuestra obligación de tratar siempre, en cualquier lugar y en cualquier situación, de forma zootécnicamente correcta a los animales que nos prestan un servicio (ya sea económico, lúdico o de cualquier otra naturaleza). Se trata, sencillamente, de una cuestión indiscutible y doble: el derecho de estos animales a ser tratados siempre correctamente (por supuesto, sin olvidar su finalidad) y de una obligación legal y moral por nuestra parte (obligación fundamentada siempre en bases técnicas y científicas objetivas del ámbito zootécnico).