Tribuna informativa – Semana 13/2017
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Cuando el mundo rural francés nos muestra el camino
Ante la presión que ejercen en el mercado del sur del país vecino los vinos procedentes de España, los viticultores, además de haberse manifestado el pasado día 25 de marzo, han decidido, los del departamento de Gard (que está situado precisamente en el sur de Francia), agruparse para defender sus intereses y, con esta finalidad, han constituido hace apenas una semana un sindicato de viticultores (el Sindicato de Viticultores de Gard [SVG]).
En estos primeros días, por una parte, se han sumado a este nuevo sindicato un centenar largo de productores y, por otra, una docena de bodegas cooperativas han puesto de manifiesto su intención de incorporarse a él.
El nuevo sindicato pretende, en primer lugar, acabar con la confusión que se genera para el consumidor entre el vino francés y el vino español. A largo plazo, la nueva organización pretende aportar soluciones mucho más drásticas y contundentes para reconducir la situación.
Estos productores franceses consideran que ellos no son responsables de la caída progresiva de los precios y del hundimiento del mercado. En este sentido, alegan que ni la dimensión de la cosecha del año 2016 ni la calidad de los vinos que producen se pueden considerar responsables de la degradada situación de mercado que sufren.
Según ellos, el problema radica, fundamentalmente, en la “competencia desleal” y a la mencionada posible confusión que generan los caldos importados desde España. Por esta razón ¡atención a este tema! han pedido a los gerentes de los establecimientos de alimentación y a la gran distribución local que “retire de forma inmediata e irreversible los ‘bag-in-box’ de vinos importados de sus lineales”. En su opinión, ha de desaparecer el vino de procedencia española de los lineales.
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La operación “carne débil” en Brasil
Brasil es una inmensa potencia en el “mundo cárnico” (supone el 7,2- 7,3 por 100 de las exportaciones totales de este país); sus cifras son realmente impresionantes; sus ventas anuales de estas carnes suman cerca de los 12.000 millones de dólares: 5.500 millones de dólares USA en ventas de carne bovina y 6.500 millones en exportaciones de pollo; Brasil exporta sus carnes a más de 150 países.
Ahora una importante operación policial está moviendo los cimientos de esta industria cárnica brasileña y poniendo en graves aprietos a sus exportaciones.
La Policía Federal de aquel país ha informado, después de una investigación que ha durado cerca de 30 meses y que afecta, de momento y aparentemente, a 21 empresas cárnicas (de las 4.837 que existen en el país latinoamericano) pero, entre ellas, se encuentran varias importantes industrias cárnicas de aquel país y dos de las más importantes: JBS y BRF (JBS es la considerada mayor empresa cárnica del mundo y controla las marcas Big Frango, Seara Alimentos y Swift; por su parte, BRF es propietaria de las marcas Sadia y Perdigão). Estos dos grupos controlan realmente el mercado brasileño; ambas empresas niegan cualquier mal procedimiento en el proceso de producción de la carne bovina, porcina y aviar y están promoviendo sendas campañas de relaciones públicas para dar tranquilidad a los consumidores internos, con avisos en los principales medios de comunicación.
Al parecer, empleados de las estas productoras cárnicas del país adulteraban con productos químicos carnes que estaban «podridas» o en condiciones no aptas (no cumplían con los mínimos requerimientos normativos) para el consumo humano dentro del territorio brasileño o para ser exportadas. Según informa la policía, se han utilizado ácidos y otros productos químicos, en algunos casos cancerígenos, para disimular las características físicas del producto podrido y su olor.
Sin embargo, además de las acusaciones de vender carne en descomposición, también se revelaron otras prácticas fraudulentas; por ejemplo, efectuar un «maquillaje» con ácido ascórbico (el ácido ascórbico, solo puede utilizarse para productos procesados, nunca para la carne que sirve de materia prima) o con vitamina C para mejorar el aspecto de la carne. Otra práctica que fue denunciada, en este caso dentro de la producción de pollo, es la inyección de agua para aumentar el peso.
Para conseguir la pertinente aprobación para su comercialización por parte del Ministerio de Agricultura, estas empresas habían creado una red de pagos de sobornos que involucran, según la policía, a varios funcionarios dentro del propio ministerio. Todo parece indicar que una parte del dinero generado por estas prácticas iba a parar a los partidos políticos.
A raíz de lo acaecido, de momento, hay 38 personas arrestadas, entre ellas funcionarios del gobierno, algunos de los cuales pertenecen al Partido del Movimiento Democrático Brasileño y otros son del Partido Progresista; han sido emitidas 27 órdenes de captura contra empleados públicos, entre ellos varios fiscales sanitarios que habrían aprobado estos productos «manipulados» para su venta y consumo y, por su parte, el Ministerio de Agricultura brasileño ha informado que ha despedido a 33 funcionarios involucrados en la investigación.
Varios países ya han anunciado que no seguirán importando carne de Brasil hasta que no se aclare la situación y no reciban una información precisa y completa del gobierno brasileño.
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Las exportaciones de porcino español a China
En el año 2016 China importó carne y productos cárnicos por un valor superior a los 5.700 millones de dólares USA e importó unos tres millones de toneladas de porcino, es decir, aproximadamente el doble que el año anterior, cuando importó 1,55 millones de toneladas, por valor de 2.700 millones de dólares. En el ámbito porcino, las mencionadas importaciones suponen menos del 6 por 100 de su producción interior (en el año 2016 la producción propia ascendió a 51,85 millones de toneladas, un 5,5 por 100 menos que en el año 2015, y un 8,5 por 100 menos que en el año 2014).
En este contexto y de acuerdo con las informaciones publicadas por el MAPAMA en su boletín «Noticias del Exterior», España es el tercer suministrador mundial de China en el ámbito porcino, detrás de EE.UU. y Alemania y por delante de Dinamarca.
En efecto, en 2016 las ventas de productos de porcino de España a China acentuaron las subidas de años anteriores y alcanzaron las cifras de 401.578 toneladas y los 734 millones de dólares. Ello supone unos incrementos del 84 por 100 en valor y del 73 por 100 en volumen en relación con el año 2015.
En lo que se refiere a las carnes congeladas de porcino, España es el segundo suministrador de China, por detrás de Alemania y por delante de EEUU.
Respecto a años anteriores, en las exportaciones españolas la carne sigue ganando importancia relativa frente a los despojos y la misma pasa a representar el 70 por 100 del total exportado; los despojos suponen el 24 por 100, la grasa el 4 por 100 y los productos curados un 0,5 por 100.
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Rusia se suma a la lucha contra las resistencias microbianas
La cuestión de las resistencias bacterianas está adquiriendo, día a día, una mayor relevancia, especialmente en lo que atañe a la Producción Animal.
Ahora, uniéndose a las estrategias que se están desarrollado en la Unión Europea y en otros países del I Mundo, Rusia, a través de la FGBI VGNKI (Centro estatal ruso para la calidad y estandarización de los medicamentos veterinarios y piensos) está planificando realizar pruebas a gran escala acerca de la sensibilidad de las bacterias zoonóticas recuperadas de muestras de productos alimentarios y material biológico a lo largo y ancho de todo el país.
Fundamentándose en las experiencias conocidas a nivel internacional, principalmente a nivel europeo y, muy especialmente, de la Unión Europea, el mencionado FGBI VGNKI considera necesario incluir una serie de medidas de control en el ámbito de la estrategia rusa de seguridad antimicrobiana.
Entre ellas, cabe destacar: una significativa mejora del sistema de registro para el uso de antibióticos en la producción pecuaria; disminuir notablemente el uso veterinario de antimicrobianos (paralelamente propugna la introducción de la prescripción de medicamentos y la prohibición para su uso como promotores del crecimiento); desarrollar una serie de métodos alternativos de control y de prevención de infecciones.
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La encuesta de la EFSA
Abundando en el tema: la EFSA (la denominada Autoridad Europea para la Seguridad de los Alimentos es una agencia de la Unión Europea que empezó a ser operativa en 2002) ha llevado a cabo una encuesta a ganaderos, veterinarios y consumidores destinada a medir la conciencia de la resistencia a los antimicrobianos (AMR) en toda la Unión Europea.
La encuesta ha recopilado datos de unos 3.000 consumidores procedentes de 12 Estados de la Unión (Bélgica, Dinamarca, Francia, Alemania, Reino Unido, Italia, Países Bajos, Polonia, Eslovaquia, España, Estonia y Rumanía) y de 60 ganaderos y veterinarios en cinco países (Dinamarca, Polonia, España, Rumania y Reino Unido).
La encuesta ha servido para constatar, por una parte, que existe una manifiesta falta de conciencia acerca del problema de la resistencia a los antimicrobianos entre los consumidores y, por otra, que los veterinarios y los ganaderos están percibiendo una disminución en la eficacia de los antibióticos en porcino y en avicultura.
Cómo era de esperar, los veterinarios y los ganaderos mostraron tener un mayor conocimiento acerca de la relación entre el uso de los antimicrobianos, la resistencia en las poblaciones de animales y la salud humana en comparación con los consumidores. Lamentablemente, sólo una minoría de los consumidores encuestados parecía ser consciente de la relación o de los canales a través de los cuales las bacterias resistentes a los antibióticos pueden transferirse de los animales y a los seres humanos.
Especialmente interesante es el hecho de que en esta encuesta se puso de manifiesto que sólo una minoría de los ganaderos y la mitad de los veterinarios cuestionaron la premisa de que el uso de antibióticos en la cría de animales puede constituir una amenaza real para la salud humana, si bien, en general, entienden los mecanismos a través de los cuales puede ocurrir la transferencia.
De acuerdo con los resultados de la encuesta, los veterinarios y los ganaderos perciben los riesgos del uso de antibióticos en la producción animal de una manera muy diferente a los consumidores.
Veterinarios ganaderos percibían habitualmente como bajo el riesgo de que la resistencia microbiana (AMR) se desarrolle en la ganadería como consecuencia del uso de antibióticos. Las opiniones entre los consumidores eran más heterogéneas; una mayoría de los ellos opinó que era probable o muy probable el riesgo de AMR para la mayoría de los usos posibles de los antibióticos. Los veterinarios y los ganaderos mostraron una clara tendencia a minimizar los riesgos que supone el uso de antibióticos en la ganadería y subrayaron el uso «razonado» y «correcto» que, habitualmente, se hace de los antibióticos, mientras que los consumidores, a pesar de no tener demasiada formación ni excesiva formación en este ámbito, destacaron los riesgos que supone el uso de antibióticos en la producción animal.
Los veterinarios también se mostraron convencidos de que el uso de antibióticos en la ganadería crea poco o ningún riesgo para los diferentes grupos de profesionales y para los consumidores, ya que defienden que los antibióticos se están utilizando de manera responsable y que cada vez se sustituye más su uso por la aplicación de tratamientos alternativos.
Como tantas veces hemos manifestado en este mismo canal de comunicación, los veterinarios, si bien se mostraron conscientes de la cuestión de la AMR en los animales y de los posibles efectos en la salud humana, manifestaron que el uso de antibióticos en medicina humana (en dónde la automedicación tiene un muy elevado protagonismo) crea muchos más riesgos que el uso veterinario.
Por último, cabe destacar que los veterinarios asociaron la transmisión de la resistencia desde la base animal a los seres humanos por un contacto frecuente de éstos con animales vivos tratados masivamente con antibióticos.