Gestión del cebo en el ganado porcino

La fase de cebo del ganado porcino tiene un fuerte impacto económico en la rentabilidad de la producción. Dependiendo de los costes del pienso, esta etapa puede llegar a suponer entre el 60 y el 70% del coste de producción.

La calidad del lechón juega un papel muy importante en la rentabilidad de esta fase. También las instalaciones son muy importantes, para que los cerdos sean capaces de desarrollar todo su potencial genético.

Son varios los factores que debemos de considerar a la hora de realizar una buena gestión de esta fase productiva:

  1. Construcción de naves. El diseño de las dimensiones de naves y corrales. Es fundamental conocer el tipo de materiales y coeficiente de aislamiento (coeficiente k), al igual que el tipo de ventilación y control de temperatura, ya sea artificial o natural.
  2. Patología. Conocer la epidemiología de las distintas enfermedades que pueden afectar a nuestros lechones en el periodo de cebo, para poder establecer medidas de control. Gran parte de este trabajo debe de ser realizado en las dos fases productivas anteriores (producción de lechones y transición).
  3. Manejo de las tolvas. El pienso es el mayor de los costes de producción de esta fase. Por lo tanto, un buen control de tolvas es fundamental para llegar a ser eficientes. Solo el 40% de la superficie de la tolva tiene que ser ocupada por el pienso. Con esto conseguimos que los animales no tiren pienso y aumentamos su consumo. El parámetro más utilizado para controlar el buen uso de las tolvas es el índice de conversión.
  4. Carga de los animales: Los protocolos de cargas, los rangos de peso y los rendimientos de los animales definen la eficiencia comercial de nuestra línea de producción. Un buen trabajo en estos tres puntos minimiza los descuentos en matadero. Un ejemplo: las cargas con más de 16 horas de ayuno ocasionan 1 kg de pérdida de canal.
  5. Desinfección, desinsectación y desratización. Bioseguridad, en definitiva. No sólo nos evita la entrada de enfermedades y la merma de pienso correspondiente, sino que da un mejor ambiente de trabajo y seguridad frente al consumidor y, por tanto, frente al comprador. Siempre debemos pedir, aconsejar o predicar hasta la saciedad la importancia de la limpieza e imagen de los exteriores de las granjas. Es muy  importante que las explotaciones tenga los exteriores limpios, sin hierba, ya que es la imagen que tienen muchos consumidores de nuestro sector.
  6. Agua. Su calidad, tanto fisicoquímica como microbiológica, tiene un gran alcance: el cerdo consume por encima de 2,5 veces más de agua que de pienso, por lo tanto, esta debe ser monitorizada continuamente.
  7. Temas administrativos. Nos referimos a la documentación que debe tener el cebadero. Un correcto cuidado con los registros demuestra un buen hacer del personal encargado del cebo: Libro de tratamientos y recetas, libro desinfección y desratización, libro de visitas, libro de registro de los movimientos pecuarios (guías sanitarias y movimientos de animales), libro de registro de bajas, registro y control de los tratamientos del agua y consumos de pienso.

El precio de entrada del lechón a cebadero y el índice de conversión son los dos parámetros que definen el coste de producción en la fase de cebo. La sanidad de los animales, la calidad de las instalaciones y el tipo de tolva que tenemos son factores críticos a controlar en esta fase productiva.

 

Manuel Toledo Castillo.

Veterinario de producción.

José Manuel Pinto Carrasco.

Ingeniero Agrónomo.

Juan Jiménez García SAU.

Lorca (Murcia)