Unas nociones básicas sobre una la explotación de ocas de puesta

a. Características y hábitos raciales:

La raza de ocas de la explotación objeto del presente trabajo es la Toulouse, de color blanco y grisáceo. Se trata de ocas muy longevas, pudiendo estar en producción durante 10 años.  Esta raza de ocas es muy dócil, lo que facilita los movimientos entre la zona cubierta de puesta y los prados, o entre las distintas naves. Soportan bien el frío, pero la lluvia y el viento les afecta muy negativamente, por ello, si llueve o hace mucho viento, se dejan en la nave a resguardo de las inclemencias atmosféricas.

Cuando son adultas pesan unos 7 u 8 kg durante la época de puesta y unos 2 kg menos en el descanso de la misma.

b. Bases de su manejo

Hasta las 12 semanas, se suministra pienso ad libitum para recría y, posteriormente, el alimento se raciona hasta la entrada en puesta a las 25-27 semanas de vida. Además del pienso, debe suministrarse pasto abundante y fresco.

Durante la puesta, llegan a comer gran cantidad de pienso y pasto, hasta 300 g diarios de pienso en el pico de puesta; pero, llega un momento, pasado el pico de puesta, en que decae significativamente el consumo, hasta llegar a unos 200 gramos de pienso diarios o menos, llegando a perder bastante peso (hasta 2 kg como ya se ha indicado) debido al desgaste que produce la puesta.

c. Producción de huevos

La producción de huevos, en el caso de la oca, es algo compleja por ser muy estacional, ya que esta especie tiene hábitos muy ancestrales y les afecta mucho la luz y las altas temperaturas (por lo cual, en estos últimos días su situación es precaria).

Las ocas tienen dos ciclos de puesta en el año: primavera y otoño. En total ponen  una media de 50 huevos /año y oca.

Los huevos alcanzan un peso medio de unos 180 gramos aunque este peso varía desde 150 g a los 200 g. Su yema es proporcionalmente más grande que la clara, de color amarillo vivo, con textura densa y un sabor intenso derivado de la cría y producción extensiva. Los huevos de oca son ricos en hierro y con un contenido muy alto en vitaminas B y E, con sus propiedades antioxidantes.

d. Las Instalaciones

Para la explotación de las ocas se pueden aprovechar instalaciones sencillas o construirlas nuevas para alojar bajo cubierta a los animales durante la noche y parte del día y dotarlos, asimismo, de praderas en el exterior, rotándolas convenientemente para que pasten al aire libre durante el día, pues consumen una gran cantidad de hierba.

El suelo de los cobertizos puede ser de tierra compactada o bien de hormigón y recubierto de paja para comodidad de los animales.

Los ponederos pueden colocarse en un lateral de la nave, evitando las corrientes de aire. Pueden ser sencillos, con separaciones hechas con tablas de madera y paja, colocados en el suelo para que las ocas se sientan confortables mientras ponen los huevos.

El pienso se distribuye en comederos sencillos, del tipo de los de ovejas o similar, provistos en la parte de arriba de rejillas para colocar la paja, que sirve como aporte de fibra a libre disposición para las ocas.

El agua, a ser posible, en bebederos automáticos repartidos por la nave y a una altura suficiente para que lleguen a beber con facilidad y no jueguen con ella y la tiren al suelo. Así tienen agua limpia y fresca en todo momento.

Acerca de las características de los huevos de oca, las claves de su alimentación, etc., lo trataremos en la II Parte de este trabajo.