Retención placentaria en el ganado bovino: revisión bibliográfica

Se entiende por retención de placenta (RP) la ausencia de expulsión de la placenta o secundinas, transcurridas de 8-48 horas posparto (siendo lo más reconocido entre 12 y 24 horas). La prevalencia en el ganado vacuno de leche oscila entre el 5% y el 10% de los animales, siendo en el ganado de carne la mitad (5%) y fundamentalmente en los casos de cesárea o prolapso uterino (80% de estos casos).

De entre las consecuencias más revisadas en la bibliografía encontramos la cetosis, mastitis, metritis y endometritis, y por tanto efectos adversos sobre la producción y la fertilidad. Las consecuencias específicas sobre el rendimiento reproductivo son fundamentalmente los retrasos a la primera IA posparto 2-3 días y la disminución de un 4-10% de la tasa de concepción al primer servicio. Como ejemplo, esto supone un coste anual de unos 20 millones de euros para la industria láctea de Reino Unido.

Este proceso sucede debido a un defecto en la separación de las carúnculas, que a su vez depende de un complejo de histocompatibilidad de clase I expresado en el epitelio de la unión feto-materna. Éste, en condiciones normales, es atacado fundamentalmente por los neutrófilos de la madre, rompiendo así las fibras de colágeno y facilitando la separación de la carúncula. Además de este proceso intervienen diversos mecanismos hormonales, enzimáticos y mecánicos. Un fallo en este sistema determina la retención de la placenta.

Los factores de riesgo que recoge la bibliografía científica engloban el parto prematuro, el aborto, el parto gemelar, la distocia (fetotomía, cesárea), las deficiencias nutricionales (vitamina E, Selenio, carotenos), los agentes infecciosos (BVD), la inmunosupresión y la inducción al parto con corticoides (con o sin prostaglandina). Por otro lado, la hipocalcemia no parece ser un factor determinante, ya que interviene únicamente en la atonía uterina, lo que se considera un problema puramente expulsivo. La aplicación de flunixin meglumine tras la cesárea también puede considerarse un factor predisponente de RP, ya que reduce la síntesis de prostaglandinas.

En cuanto a las estrategias terapéuticas y de manejo actuales, vemos que la bibliografía nos lanza la siguiente información:

  • Retirada manual de la placenta (RMP): resultados positivos sólo en estudios retrospectivos. En estudios prospectivos, los hallazgos indican que la RMP a los animales con RP no reporta ningún beneficio respecto de la aplicación de un tratamiento sistémico en base a criterios objetivos, fundamentalmente la fiebre.
  • Antibioterapia: vía intrauterina (infusión o bolos) o bien de manera parenteral sistémica. La terapia intrauterina se realiza fundamentalmente con tetraciclinas y, según la bibliografía consultada, no parece reducir la incidencia de metritis, ni mejorar la eficiencia reproductiva, ni la productividad posterior. La terapia sistémica se considera beneficiosa sólo en caso de fiebre y la recomendación estandarizada es el uso de ceftiofur a dosis de 2,2mg/kg de PV durante tres-cinco días.
  • Aplicación de hormonas: oxitocina y prostaglandina. Sólo se justifica su uso en los casos de RP por atonía uterina, que son el menor número de los casos (hipocalcemia, principalmente). Durante el parto la prostaglandina no parece dar resultado, ni sola, ni en combinación con oxitocina. Hay un estudio que mostró mejora en la expulsión de la placenta tras la aplicación de prostaglandina tras la realización de cesárea.
  • Enzimas: infusión de colagenasa (200.000 UI/l de suero salino) en las arterias umbilicales de la placenta en las 24-72 horas posparto. 85% de éxito (23 de 27 animales). Este estudio de 1993 resulta difícil de reproducir en condiciones de campo, especialmente en vacas caídas y cuando la arteria umbilical no asoma por la vulva.
  • Suplementación nutricional: la Vitamina E y el Selenio reducen el riesgo de RP. Además, las vacas con altos niveles en sangre de Vitamina A antes del parto tienen menor probabilidad de desarrollar RP.

Por último, cabe decir que son pocos estudios que tratan del bienestar animal en relación a este aspecto, pese a que supone una importante vía de prevención, especialmente durante el preparto. Y cobra especial interés después de entender la influencia de la inmunosupresión en el proceso de RP. Por tanto, el control del estrés resultará fundamental para prevenir y paliar la RP.

 

Natividad Pérez Villalobos.
Trialvet SL.
Susana Astiz Blanco.
INIA.

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