Producción de pollo: Calidad de canal y problemas locomotores (y II)
Desde la nutrición podemos incidir de forma directa en la mejora de:
- Desarrollo musculo esquelético (reducción de problemas locomotores).
- Mejora de la fisiología y sanidad intestinal (modulación de la microbiota).
- Reducción de procesos metabólicos (aporte de nutrientes específicos).
- Reducción de procesos infecciosos (incidencia en la inmunomodulación).
- Incidencia directa en la calidad de canal (formación del músculo, de la carne, y mantenimiento de su vida útil).
Diagnóstico clínico de estos procesos
La observación clínica de las aves en granja y su sintomatología siguiendo el método empleado por el Prof. C. Whitehead en sus diagnósticos de campo, nos dará la estimación del porcentaje de cojeras (morbilidad) observada en la visita a la granja y nos llevará a tener que realizar la necropsia de aves con problemas locomotores para poder realizar un diagnóstico diferencial, a veces casi definitivo si encontramos en las necropsias lesiones como las mencionadas en la primera parte de este artículo.
Pollito de 7 días de vida con cojera: torsión del fémur, posibles deficiencias en el desarrollo embrionario (variaciones de temperatura durante la incubación).
Medidas preventivas
Ante esta problemática, hemos de considerar que la nutrición es un factor importante a la hora de prevenir la aparición de los procesos locomotores, el correcto aporte de nutrientes necesarios para el desarrollo músculo-esquelético adecuado.
Revisar el programa de alimentación, en lo referente a los nutrientes estructurales, corregirlo y adaptarlo a cada tipo de ave, a sus condiciones de alojamiento y manejo, considerando:
- El aporte de nutrientes, con especial atención a macro y micro minerales, relación calcio/fósforo, y la acción nutricional de las fitasas de última generación (Ronozyme® HiPhos) de la dieta, sin olvidar ingredientes tan importantes como las vitaminas para el desarrollo músculo esquelético. Vitaminas antirraquíticas y sus metabolitos más biodisponibles, revisando su estabilidad y resistencia en las condiciones de las granjas.
- Garantizar la correcta digestión y biodisponibilidad de nutrientes, garantizando el adecuado desarrollo, manteniendo la integridad del tracto digestivo, la salud intestinal con el correcto equilibrio de la dieta (presentación física, granulometría, nutrientes y ausencia de factores antinutricionales) contribuirán al mantenimiento de la microbiota intestinal.
- Potenciar y modular la inmunidad para paliar las enfermedades que puedan provocar los agentes infecciosos presentes en muchas granjas y con los que se ha de convivir, evitando las consecuencias clínicas con la correcta modulación del sistema inmunitario de las aves.
- La actividad de la vitamina D3 (Figura 1), facilitando su biodisponibilidad con 25-OH Colecalciferol (Hy·D®), para las estirpes de aves de conformación cárnica y crecimiento rápido, así como para estirpes de ponedoras más longevas y con mayor persistencia de la puesta, ya que su carencia es la causa más frecuente para la predisposición a la aparición de problemas locomotores.
Figura 1. Se aprecia la evolución con la edad de la incidencia de cojeras en lotes de pollos. Lote control alimentado con Vitamina D3 (5.500 IU/kg) comparado con un lote alimentado con Hy•D® 69 mg/kg, que presenta una notable reducción en la incidencia de cojeras (Wideman, 2011).
Ricardo Martínez-Alesón Sanz.
Poultry Project Manager.
DSM Nutritional Products Iberia SA.