Las claves de la inseminación exitosa en conejas: el macho

Una inseminación con resultados satisfactorios en cunicultura viene dada por un escenario con dos protagonistas principales: el macho y la hembra. Ambos deben cuidarse y estudiarse por separado para alcanzar el máximo rendimiento de cada uno.
En relación al macho, la recogida de semen se realiza con vaginas artificiales preparadas de forma que simulen lo mejor posible el ambiente vaginal de la hembra (Figura 1).

Figura 1. Vagina artificial para la recogida de semen en conejos.

Tras ello se procede a la valoración seminal, realizando primeramente una valoración macroscópica seguida de una valoración microscópica.

Valoración macroscópica (Figura 2):

  • Volumen (0,3-1,5 ml), que puede ser variable en función de la edad del macho o del orden de salto.
  • Aspecto, debe ser un líquido denso y cremoso, y cuanta más opacidad presente es indicativo de una mayor presencia de espermatozoides. Es importante también la eliminación del gel que puede acompañar el eyaculado del conejo.
  • Color, el ideal es blanco nacarado y deben desecharse colores amarillentos o rojos que puedan contener orina o sangre.
  • pH, el óptimo se sitúa entre 6,8-7,3 y es un parámetro que varía de forma inversamente proporcional a la concentración de espermatozoides.

Figura 2. Muestras de distintos eyaculados para su evaluación macroscópica.

Valoración microscópica (Figura 3):

  • Concentración (200-500 x 10esp/ml), mediante el recuento de espermatozoides en la cámara de Bürker.
  • Motilidad masal e individual, la primera determina el porcentaje de espermatozoides que tienen movimiento y la segunda describe el tipo de trayectoria.
  • Viabilidad, se determina observando la integridad de la membrana mediante de la cabeza y el flagelo con tinciones que diferencien los espermatozoides vivos y muertos.
  • Formas anormales, pueden producirse por defectos genéticos y edad o sobreutilización del macho.
  • Reacción acrosómica, nos indica la pérdida de enzimas necesarios para realizar la fecundación del oocito.

 

Figura 3. Espermatozoides de conejo sometidos a test de integridad de membrana. Las cruces amarillas indican espermatozoides muertos (el colorante ha penetrado en la cabeza) y las rojas, vivos (han reaccionado a la solución hiperosmótica con la flexión del flagelo).

Una vez recolectado y evaluado, se procede a la dilución del semen (a 36-37 ºC) que permite incrementar el número de hembras a inseminar con un eyaculado. Además proporciona a los espermatozoides el medio adecuado para su conservación hasta el momento de la inseminación. La tasa de dilución dependiendo de la concentración inicial del eyaculado puede ser de 1:5 a 1:20. El mantenimiento de este semen diluido se hace a 17-18 °C un máximo de 48-72 horas. La congelación en la especie cunícola no está recomendada porque disminuye drásticamente la calidad espermática.

La condición corporal del macho debe ser la adecuada, ya que un excesivo engrasamiento y peso hacen disminuir la producción espermática y dificultan la recolección de semen. En la actualidad hay centros de inseminación artificial, donde venden las dosis seminales en pools o en cánulas monodosis para su posterior utilización en la granja de reproductoras. Estos centros de inseminación tienen distintas líneas genéticas en función de la selección que desee hacer el cunicultor: línea cárnica o línea maternal.

Por lo tanto, la dosis seminal óptima es aquella que tiene un volumen de 0,5 ml, una concentración de 10-20×10 espermatozoides/ml, con una viabilidad del 70% y una movilidad del 80%, menos de un 15% de formas anormales.

 

   
María Rodríguez Francisco.

Estudiante de doctorado.

UPM.

Pilar García Rebollar.

ETSI Agronómica, Alimentaria y de Biosistemas.

UPM.