Han pasado 16 años desde que se iniciara en España la implantación del ordeño robotizado y como todo cambio drástico en tecnología y forma de trabajar nos hemos ido convenciendo con el tiempo de que “el robot ha venido para quedarse”.

Las principales razones tanto económicas como sociales por las que hoy día un productor de leche opta por poner un robot son:

1. Reducción de horas de trabajo: Estudios de investigación, como el francés (BTPL- Bureau Technique de Promotion Laitière), muestran que el mayor tiempo de trabajo en una granja de vacuno de leche lo lleva el ordeño con el 40% y una media de 5 minutos por vaca y día.

Otro estudio Sueco (JTI – Swedish Institute of Agricultural and Environmental Engineering) concluye que el tiempo de trabajo del ordeño con robot se reduce a la mitad: 2,4 minutos más corto por vaca ordeñada y día comparado con el mismo tamaño de granja y sistema tradicional. En consecuencia una granja con 60 vacas tiene un ahorro de 2,5 horas al día y una granja con 120 vacas puede ahorrar 6 horas (ordeño y lavado de la sala). Traduciendo a términos económicos sería ahorrar.

• 2,5 h x 10€/h x 365 días = 9.125 € al año. (Granja de 60 vacas)
• 6 h x 10€/h x 365 días = 21.900 € al año. (Granja de 120 vacas)

2. Mejora de calidad de vida. El robot cambia el nombre al puesto de trabajo pasando de ser “ordeñador” para ser “gestor del ordeño”. Por liberarse de la esclavitud del ordeño, la flexibilidad de horarios, tener más tiempo para la familia o relación social, el robot de ordeño es una solución para que el relevo generacional continúe con la ganadería y haga sostenible la explotación familiar de vacuno de leche.

3. 10% más de leche. Está demostrado que sacar un tercer ordeño de media proporciona entre un 10 y un 15% más de producción. Las vacas van más veces a ordeñarse solas y esto significa que la amortización del robot se hace más viable a pesar de su mayor coste de inversión y mantenimiento. Obtener 3 kilogramos más de leche en una media de 30 kg diarios supone un ahorro de:

• 3 Kg x 60 vacas x 0,3 €/L x 365 d/año = 19.710 €/año
• 3 Kg x 120 vacas x 0,3 €/L x 365 d/año = 39.420 €/año

4. Aumento de la longevidad de la vaca. Es habitual que una vaca de 50 litros vaya a ordeñarse voluntariamente al robot 4 veces al día. Esto supone una disminución de la presión intramamaria que, junto con el ordeño y retirada por cuarterones, se consigue reducir los riesgos de mastitis. De esta forma podemos evitar bajas en el rebaño y aumentar la vida media de la vaca hasta en 0,9 lactaciones.

• 1 Lactación más de una vaca supone 700 €.

5. Tres ordeños. Ordeñar en intervalos entre 8 y 9 horas proporcionan más cantidad de leche que si lo hacemos cada 12 horas. En una explotación familiar hacer 3 ordeños es posible con el robot.

6. Mayor control y gestión de datos. Los fabricantes de ordeño aparte de desarrollar sistemas para ordeñar ofrecen hoy al productor de leche y a sus asesores, equipos y programas con datos que facilitan información clave para gestionar mejor la ganadería en cuanto a control de producción, manejo, salud animal, alimentación o reproducción.

7. Eficiencia de empleado en grandes explotaciones. Cada vez son más las explotaciones grandes que invierten en robot de ordeño por la eficiencia mayor de un empleado en atender más número de vacas si ordeña con el robot. Como ejemplo, la explotación en Chile “Ancali” que recientemente adquirió 64 robots VMS para ordeñar 4.500 vacas por la mayor eficiencia de los empleados y su aumento de producción.

“El robot es una solución al problema de falta de mano de obra cualificada”. El costo de los robots se puede predecir con años de antelación. La disponibilidad de mano de obra externa cualificada es difícil de encontrar, que sea estable más todavía y su coste en el futuro incierto.

Carlos Fariñas

Delaval