El macho recela

El macho recela es aquel que será responsable de la detección del celo, tanto en multíparas como en nulíparas, así como el mantenimiento de la gestación confirmada aumentando los niveles de progesterona. También servirá de apoyo en el momento de la inseminación.

Entre sus características se encuentran:

  • Animal de carácter afable.
  • Tamaño adecuado para las hembras que va a recelar.
  • Con ardor genético: fuerte olor sexual, masticación, salivación, etc.
  • Activo: ágil en sus desplazamientos y activo, para lo cual debe estar en la condición corporal correcta, más bien tirando a delgado.
  • Aplomos correctos para facilitarle todos los desplazamientos que debe realizar.
  • Maduro sexualmente: lo ideal sería desde los 8-9 meses hasta los 2 años, en función del tamaño y la raza.

En lo que respecta a la sanidad, es importante que cumplan los planes vacunales y tratamientos antiparasitarios y de otra índole que siga el resto de animales. Hay que considerar que los machos de recela trabajarán en toda las zonas de la granja de madres, excepto en la zona de partos, por lo tanto si son capaces de excretar o transmitir cualquier enfermedad vírica o bacteriana acabarán contagiando toda la granja, es un vector de transmisión muy importante.

 

Para el manejo en la zona de primerizas, se debe utilizar un macho de tamaño similar al de los animales que se quieren recelar, por lo tanto se usarán machos jóvenes y con madurez sexual para que las nulíparas puedan expresar celo y no lo inhiban por miedo. La recela en cuadra se debe realizar si las cerdas disponen de 2 m² por animal ya que si no al meter el macho dentro la expresión de celo será muy variable en función de las jerarquías. En el caso de menor disponibilidad de espacio se puede recelar en jaula o sacando a las hembras a la cuadra del macho.

En el caso de la recela de multíparas, se realizará casi siempre en jaulas, por lo tanto es vital que el macho esté entrenado para caminar a un ritmo lento y realizar paradas tras un tope que le impida el paso.      Existen varios métodos para retener al macho, tanto al inseminar como al recelar:

  • Puertas de pasillo: cada 6 jaulas
  • Carretilla de retención
  • Tablero
  • Jaula con ruedas
  • Jaula con ruedas motorizado sobre raíles

 

Es especialmente importante retener al macho delante de cada hembra a recelar o inseminar, tomarse el tiempo necesario, o incluso realizar doble recela, “de ida y vuelta”. Un apoyo importante son los arcos de plástico que se colocan encima de las cerdas, es una herramienta útil para completar el “efecto macho”.

Nota: se deben recelar con distintos machos las mismas cerdas, ya que la oferta sexual debe ser variada.

En una granja de 1.000 madres se tienen que tener 3 ó 4 machos recela. Lo más interesante desde el punto de vista sanitario es recriarlos en la propia granja o pedirlos al proveedor de genética con un status sanitario impecable.

En conclusión, los machos recela son animales importantes en nuestra granja, uno de los primeros pasos para conseguir los objetivos de fertilidad y prolificidad. Manteniéndolos estables sanitariamente son una estupenda y muy importante herramienta en las granjas. Por lo general, los productores con buenos machos recela alcanzan buenos resultados productivos.

 

Ricardo García Azcoreta

Asesor de empresas de porcino