Según el FEGA, en el 2015 las ganaderías de Cataluña entregaron 713.496 toneladas de leche cruda de vaca, y en diciembre había 573 explotaciones. La producción representa el 10,5% del total español. El censo era de 76.649 vacas de leche, repartidas por las provincias de Girona, Lleida y Barcelona, el cual representa el 9,1% del censo español.

Podríamos, por tanto, estimar que la explotación media de Cataluña produce anualmente 1.169.145 litros y dispone de un efectivo de 132 vacas de leche presentes. La provincia de Lleida, en las zonas próximas a la capital, aglutina las explotaciones con mayor dimensión (2.022.922 litros y 202 vacas), mientras que en Barcelona (984.981 litros y 110 vacas) y Girona (924.499 litros y 105 vacas) las explotaciones tienen una dimensión media similar.

Según datos de la muestra del Observatori de la llet, la base territorial dedicada a la producción de leche de la explotación media es de 55,68 hectáreas (SAU). El 41,24% es en régimen de propiedad, y el 46,41% está en regadío, en la cual, el 36,44% se explota en doble cultivo anual. El número de vacas presentes es de 162, con un total de 239 UGM por explotación. La densidad es alta (3,22 vacas/ha). El porcentaje de vacas en primera lactación es del 33,63%. El número de unidades de trabajo agrario (UTA) es de 3,8. Un total de 3.670 euros de capital se encuentran invertidos por vaca presente. La actividad se caracteriza, entre otros aspectos, por una dedicación laboral alta y la necesidad de una importante inversión, la cual, además, debe ser continuada en el tiempo. El porcentaje de la mano de obra familiar representa el 58% del total, con tendencia a la baja. En las explotaciones con más de 1.000 toneladas de leche al año, la mano de obra familiar apenas llega al 38%. La producción por vaca presente en 2015 fue de 9.519 litros, con 3,60% de grasa y 3,28% de proteína.

Un repaso por los costes variables nos dará idea del manejo en las explotaciones catalanas. El coste medio es de 24,23 cts € por litro producido, del cual 15,34 cts es el coste o gasto en productos comprados para la alimentación (el 63,31%), y de este gasto 10,26 cts corresponden a piensos y concentrados para vacas (el 66,88%, o sea el 42,34% del total de costes variables). En definitiva, la explotación de vacas de leche en Cataluña es intensiva, tanto en el aprovechamiento forrajero como en la alimentación de las vacas. El consumo de concentrado por vaca presente y año es de 4.622 kg.

Otro repaso, esta vez por la historia o la evolución del número de explotaciones y su producción, nos acerca a las perspectivas inmediatas del sector productor. En 24 años, de 1992 a 2015, se han cerrado en Cataluña 3.756 explotaciones (el 86%), o sea un promedio 156 explotaciones por año. La explotación media de 1992 tenía una cuota de producción de 123.514 kg, mientras que la de 2015 estaba en una producción de 1.204.219, es decir, un 975% más respecto a la de 1992. El abandono de la producción, especialmente por parte las explotaciones más pequeñas, y el dimensionamiento de las que continúan ha sido la tónica de los últimos años, tendencia que aún continúa. Las explotaciones con más producción se concentran en zonas del Pla de Lleida (comarcas de Noguera, Segriá y Pla d’Urgell) que con sólo el 8,40% de las explotaciones de Cataluña producen el 24,07% del total. En las zonas más costeras de Girona, el 30,15% de las explotaciones del total producen el 29,44%. La comarca de Osona, ganadera por excelencia, sigue en el primer puesto en número de explotaciones (119, el 19,60% del total de Cataluña), si bien su producción dista mucho de las de Lleida (el 18,95% del total).

En definitiva, las perspectivas de futuro pasan por menos explotaciones, más profesionalizadas, con una buena planificación y gestión empresarial, concentradas en las planicies o en zonas con buenas producciones forrajeras (agua), con mayor producción y con unos costes de producción ajustados, especialmente los de alimentación.

Jordi Maynegre Santaulària	Antoni Seguí Parpal
Grup de Remugants