Porcicultura Colombiana

La Industria Porcina Colombiana, desde siempre ha tenido puntos de corte. Antes de los años 80, era una producción en su mayoría artesanal y de traspatio, con algunas empresas y/o porcicultores que incursionaron incipientemente en tecnificación de instalaciones, en traer animales para mejorar su genética, en nutrición, alimentación y manejo.

En 1982, nació la Asociación Colombiana de Porcicultores (ACP) y con ella inició la era de saber cuántos éramos y dónde estábamos los productores de cerdos. En 1998, creamos el Fondo Nacional de la Porcicultura, ente creado por ley de la República, donde cada productor paga a un Fondo Parafiscal, algo así como 2,5 dólares por cerdo sacrificado, dinero que es administrado por la ACP, y regido y supervisado por los entes de control del estado. Con este fondo, iniciamos programas sanitarios (erradicación de la Peste Porcina), económicos (las bases estadísticas de población de cerdos y de granjas, más los análisis de consumo), medioambientales (convenios con las autoridades del medio ambiente sobre producción limpia), y de mercadeo y difusión (programas con médicos y nutrólogos, de sensibilización, comunicación masiva sobre las bondades de la carne de cerdo y su desmitificación).

Como dato histórico, teníamos en Colombia 2,7 kg de consumo por persona año, un poco más de un millón de cerdos sacrificados al año. En 2004, se terminaron las negociaciones del tratado de Libre Comercio con USA, el cual entró en vigencia en el 2009, quedando la carne y derivados del cerdo sin aranceles a partir del 2016, y el maíz desgravado a partir del 2023.

En el 2004, teníamos un consumo de 3,3 kg por persona año, y en el 2015 cerramos con 7,7 kg. En el 2004, se sacrificaron 1.667.000 cerdos, en el 2015 fueron 3.600.000. En el 2004, importamos 1.488 toneladas de carne de cerdo, y en el 2014, cerramos con 52.693 t. En el 2004, importamos un poco más de un millón de toneladas de maíz, en el 2015 alrededor de 4,5 millones.

Estamos en una etapa de acostumbramiento a trabajar con dólar caro, (pasó de 1.800 pesos a 3.400), a trabajar en grupos de integración o grupos asociativos, buscando economías y producciones de escala, a producir nuestro propio alimento balanceado, o a fabricarlo bajo el sistema de maquila (tradicionalmente los porcicultores lo compran en las fábricas, las cuales manejan programas de financiamiento, que también les proveen la genética, excepto la de Topigs Norsvin).

A pesar de tener buenos crecimientos anuales en consumo, aún estamos 10 kg por debajo de los países que tienen un PIB per cápita mayor de 6.000 dólares/año.

Sin embargo, Antioquia, que es el departamento que tiene el 46% de la producción nacional, registra un consumo de 24,7 kg de cerdo por persona año, y la gran diferencia radica en que en esta región, existen varias empresas que venden carne de cerdo con marca y con valor agregado, mientras que el resto del país está en manos de los comercializadores, intermediarios e informales.

Nuestro futuro está planteado en ser más eficientes en las granjas para compensar el aumento en los costos ocasionado por la macroeconomía, y salir al mercado lo más cerca posible al consumidor con productos con valor agregado y respaldado con una marca.

Hernando Blandón Montes.
Veterinario, ganadero, asesor y consultor.
Colombia.