Pienso sin paja: ¿evolución o mito?

Hasta el día de hoy la ganadería y más concretamente la nutrición en el ámbito de la producción animal ha sufrido numerosos cambios e innovaciones; no obstante, todas ellas son fundamentalmente debidas a la inclusión de nuevos aditivos o sustancias que incrementan los rendimientos productivos.

En el caso de los rumiantes, los márgenes de mejora van normalmente referidos a la conducción de la flora ruminal hacia un objetivo concreto (Ac. propiónico, Ac. acético…) o en incorporar sustancias bypass que logren llegar al animal de manera inalterada.

Los sistemas de alimentación en el caso de los rumiantes de cebo son dos bien diferenciados, el cebo con unifeed a base de forrajes normalmente de maíz o pastone y alguna leguminosa donde conseguimos un equilibrio ruminal constante y correcto funcionamiento del sistema digestivo que nos proporciona niveles de pH seguros en rumen.

Por contraposición, está el método tradicional de paja y pienso, este sistema consiste en un forraje, normalmente paja, y un concentrado; es el sistema utilizado desde hace años y hasta ahora aceptado por todos.

De todos es sabido que el primer sistema (unifeed) daba menos desequilibrios ruminales que el sistema de paja y pienso, donde la paja funciona como fibra larga (FND f) tamponando la acción del pienso, por lo que al escuchar hablar de pienso sin paja es normal hacerse preguntas del tipo… ¿como puede funcionar sin esa fracción de fibra que necesita el concentrado? ¿Es seguro? ¿Los animales se timpanizaran?

Ante estas preguntas lógicas, las respuestas son también sencillas y para ello explicaré brevemente de dónde venían los problemas del sistema pienso y paja: el sistema de pienso y paja consiste en un concentrado muy energético (desde 1 UFC hasta 1,05 UFC) donde el animal fermenta esta cantidad de carbohidratos y se regula mediante la ingestión de paja, que promueve la salivación y el tamponamiento del pH a nivel ruminal. La mayoría de los problemas que encontramos con este sistema vienen por un lado, mas frecuente de lo que debería: la inaccesibilidad, mala calidad o falta de paja que hacen que el animal no pueda regularse cuando come el concentrado energético o los desequilibrios en la fórmula ocasionados por el exceso de almidones, en algunos casos, o la forma de presentación (demasiados finos), en otros.

El sistema de pienso sin paja consiste en un solo alimento que el animal ingiere, sin necesidad de regularse, este concentrado posee en primer lugar una densidad energética menor (<1 UFC) y una dilución de la formula con materias primas fibrosas que logran satisfacer las necesidades de fibra de tal manera que transformamos la FNDf del forraje en FNDe del pienso cubriendo las necesidades del animal.

Por otro lado, es totalmente necesario incorporar buffers, tampones y otros compuestos que ayuden a modular la fermentación ruminal. Una vez aquí, tenemos un concentrado que satisface las necesidades del animal por completo pero ¿qué posibles inconvenientes puede acarrear?

En este sistema es VITAL la granulometría de la harina y que las proporciones del concentrado estén cada una donde deben estar:

>3

<3 >1

1

0,5                       20%

Asegurándonos bien estas proporciones podemos estar completamente seguros de que este nuevo sistema de alimentación es seguro para los animales.

Sabiendo esto, es importante mencionar las 2 ventajas más importantes:

– Son fórmulas económicas y ahorramos tanto el comprar el forraje complementario como el manejo que acarrea el ponerlo y cuidar de que esté disponible.

-El animal no llega a desarrollar completamente el rumen, por lo que el hueco que queda dentro del mismo es compensado con mayor número de kilos de canal en proporción a igualdad de peso. De 1 punto a 2 puntos de rendimiento de canal más por animal de media, que multiplicado por los kilos y los €/kg canal es un importante beneficio económico.

Pablo Guarnido López

Veterinario nutrición en ganado ovino y bovino de carne.

Director técnico departamento Rumiantes Categusur S.L