La interpretación de algunos efectos del Acuerdo Lácteo

Al leer algunas de las reflexiones que ha realizado don Carlos Cabanas, al referirse al recorrido que ha tenido el Acuerdo Lácteo en sus dos años de existencia para el sector de la leche de vaca español, me ha venido inmediatamente a la memoria aquel famosísimo poema de don Ramón de Campoamor que dice: “en este mundo traidor, nada es verdad ni mentira, todo es según el color del cristal con que se mira”.

Las mencionadas reflexiones han tenido lugar en el marco del encuentro entre el señor Secretario General de Agricultura y las organizaciones firmantes el mencionado Acuerdo Lácteo, con el fin de llevar a término un  análisis de los dos últimos años y repasar la actualidad del sector. Recordemos aquí que este Acuerdo fue impulsado para dar estabilidad al sector y solventar la crisis de precios que regularmente sufrían los ganaderos.

Uno de los aspectos que fue destacado es que “prácticamente ha desaparecido la utilización de la leche como producto reclamo”. Creo sería muy positivo, dicho sea con todo el respeto, que el señor Secretario General del MAPAMA se diera de vez en cuando una vuelta por los distintos supermercados e hipermercados ubicados en la zona donde vivo para poder constatar los P.V.P. de la leche de vaca y/o tuviera en cuenta, por ejemplo, la denuncia que acaba de presentar la organización Unións Agrarias (que no es la única que se ha cursado en el curso de estos dos últimos años). La misma ha sido contra la marca de leche “Campo Nuestro”, comercializada por Gadisa, por promover la venta a pérdidas en la distribución, utilizando a la leche como producto reclamo.

Según afirma la mencionada organización, en los centros de distribución Cash IFA se está ofertando la leche desnatada “Campo Nuestro” a 46 céntimos de euro, lo que, evidentemente, contraviene el Protocolo de Banalización aprobado en el marco del mencionado Acuerdo Lácteo (en mi zona no he visto nunca un precio tan bajo, pero sí he podido constatar, con una relativa frecuencia, precios de 55 – 60 cts. de euro/litro de leche entera).

Por otra parte, se ha destacado, como punto positivo, que lo es, que la producción oficial de leche en España ha aumentado en el curso de estos dos últimos años en cerca de 1 millón de toneladas, acercándose a los 7 millones de toneladas. No obstante, si echamos la vista atrás se podrá constatar, consultando, por ejemplo, el trabajo que preparé en su día para la Fenil, que la producción global española real llegó a superar, hace unos años, los 7,5 millones de toneladas anuales.

Esto sí, el mencionado aumento de producción ha ido paralelo, lamentablemente, a una sensible reducción del número de ganaderos (un 11 por 100 se ha indicado). Ello me lleva a recordar la predicción que publiqué hace tiempo acerca de que en el periodo 2020- 2022 no quedarían en España más de 10.000 – 12.000 ganaderos entregando leche.

En lo que atañe a la evolución de los precios, cuestión también incluida en el Acuerdo Lácteo, se ha indicado que, si bien son un 7 por 100 superiores a hace dos años, están por debajo de la media europea. La razón a la que se ha atribuido este hecho es que en España se destina un 51 por 100 de la producción a leche líquida (frente a un 19 – 20 por 100 en la Unión Europea) y “esa salida tiene menos valor que la venta para quesos, por ejemplo”.

Creo que, de acuerdo con el color del cristal, se deben matizar un par de cuestiones. En primer lugar, si analizáramos la evolución en el tiempo de los precios que han ido percibiendo los ganaderos en euros constantes (no corrientes) se pone en evidencia que, por ejemplo, en el año 1990 el precio fue de 0,27 cts. de euro por litro, que es (en euros constantes de 1990) exactamente lo mismo que se les pagó en el año 2016, mientras que, en 2017, hablando siempre de precios medios, el precio ha sido de unos 0,275 – 0,28 cts./ litro. Luego, objetivamente, no se ha mejorado mucho en estos últimos casi 20 años.  En segundo lugar, insisto una vez más, es en gran medida la carencia de una verdadera cadena de valor la responsable del nivel de precios que perciben los ganaderos españoles por su leche (y también del P.V.P. real de la misma).

En definitiva, como escribía don Ramón: “nada es verdad ni mentira; todo es según el color del cristal con que se mira” .¡Cuánta razón tenía!

Carlos Buxadé Carbó.

Catedrático de Producción Animal.

Profesor Emérito.

Universidad Politécnica de Madrid.