Me siento profesionalmente incapaz

Aparecerán estas líneas en nuestro boletín del Foro Agro – Ganadero nº 45 cuando estemos en pleno desarrollo de la Jornada TOP GAN AVICULTURA DE PUESTA, que va a contar con más de 150 profesionales, que se han inscrito la misma.

En razón de la publicidad que hemos dado a este evento, unos colegas y amigos (es bueno tener amigos en todas partes, obviamente) que laboran en una empresa estadounidense, me han invitado a dictar un par de charlas acerca de la avicultura de puesta en la Unión Europea y de sus perspectivas a medio plazo.

Aunque siempre es bueno que te cursen este tipo de invitaciones, después de meditarlo un par de días con la almohada (compañía extraordinaria para meditar), he decidido renunciar a esta invitación.

He tomado esta decisión (que no deja de ser, en cierta forma, dolorosa) porque, por una parte, está la creciente incomodidad física y psicológica que me generan los controles en los aeropuertos de EE.UU. (inconvenientes de ser tan moreno) y, por otra, porque me siento profesionalmente incapaz de explicar a este sector pecuario estadounidense, que ha superado con nota su último gran problema sanitario y ya está exportando a Corea del Sur (atención al dato), el nivel de absurdo zootécnico, fundamentado en la más absoluta ignorancia (o, al menos, esto parece) y en una buena dosis de mala fe, en que se sumerge cada vez más nuestro sector avícola de puesta (me refiero, claro está, al sector avícola de puesta de la Unión Europea).

Vean ustedes; el otro día la portavoz en España del partido animalista PACMA, doña Laura Duarte, periodista, si no estoy equivocado, afirmaba que el Partido Animalista contra el Maltrato Animal “apuesta por una dieta basada en productos de origen vegetal porque son los únicos que garantizan los derechos base de los animales” (aunque, en este caso, obvia y lamentablemente, no se garantizan el de las tomateras, por ejemplo).

En el mismo sentido, la Organización Igualdad Animal, que defiende los postulados veganos, ya ha anunciado el inicio de una “campaña de concienciación” en España.

Por su parte, la organización animalista L214, a la que ya me he referido en alguna otra ocasión, miembro de la Alianza “Open Wings”, anuncia que va a incrementar el desarrollo de campañas contra las gallinas en jaulas a nivel mundial y frente a grandes empresas.

Todo ello viene a cuento porque importantes empresas de restauración colectiva e importantes distribuidores del Estado francés han atendido a la sinrazón técnica y se han comprometido a eliminar los huevos procedentes de gallinas alojadas en jaulas enriquecidas de sus menús y de sus lineales, en el año 2025 (sic).

Por mi parte, oteando el horizonte, estoy aconsejando a mis clientes y a mis amigos del sector que se vayan preparando, a un corto – medio plazo, para modificar sus instalaciones de nuevo (ya sé que la mayoría aún no las tiene amortizadas) y que cuando vayan a construir una nueva nave en sus granjas (porque, por ejemplo, actúan como interproveedores) lo hagan con el objetivo de producir, por lo menos, huevo Tipo 2 (otra cuestión bien distinta es si conseguirán amortizar esta inversión).

Ante esta situación, ¿cómo voy a ir a dictar un par de charlas en EE.UU., profesionalmente sensatas, acerca del tema que se me ha propuesto? Ni en broma; me siento profesionalmente incapaz.

 

Carlos Buxadé Carbó.

Catedrático de Producción Animal.

Profesor Emérito.

Universidad Politécnica de Madrid.