Los porcicultores alemanes están hartos de tantas restricciones

En contra de lo que nos quieren hacer creer colectivos defensores de los derechos de los animales y del “bienestar social” de la base animal en las explotaciones porcinas alemanas, los ganaderos teutones están realmente hartos de tantas restricciones e imposiciones no técnicas a sus sistemas de producción.

Por esta razón, el pasado día 27 de septiembre más de un millar de ganaderos alemanes, mayoritariamente dedicados a la producción porcina, se concentraron y manifestaron frente al edificio donde estaban reunidos los Consejeros de Agricultura de cada uno de los distintos Lands con el Ministro alemán de Agricultura.

El motivo de la mencionada concentración era para protestar por las elevadas restricciones que se imponía a la producción ganadera alemana, en el ámbito del bienestar animal y de las condiciones medioambientales, especialmente las porcinas, en Alemania.

También se quejaban los ganaderos de la elevada burocracia a que están sometidos, que les complica la vida y eleva los costes de producción por las horas que han de dedicar a la misma.

Los ganaderos del sector porcino se quejaban amargamente de la medida unilateral que el gobierno alemán quiere implantar en el tema de la castración de los lechones (a partir del 1 de enero del próximo año ya no estará permitido en Alemania efectuar la castración de lechones sin anestesia, con independencia de la edad, según recoge la Ley alemana de Protección Animal). Los porcicultores alemanes solicitan al Gobierno que se posponga la fecha de entrada en vigor de esta medida o que se permita la castración con anestesia local que pueda ser administrada por el propio ganadero, tal y como ya está permitido en Dinamarca.

Hay que señalar que los Lands han votado contra retrasar la entrada en vigor de esta medida y, por otra parte, también han votado que no puedan administrar la anestesia los ganaderos sin la presencia de un veterinario.

Los Porcicultores alemanes están convencidos de que la aplicación de todas estas medidas va a suponer, por falta de competitividad (exceso de costes) el cierre de muchas explotaciones y una drástica reducción en la producción de lechones. Están convencidos de que los grandes beneficiados con la aplicación en Alemania de todas estas restricciones a la producción van a ser los Estados vecinos, como, por ejemplo, Dinamarca, Holanda y Bélgica, que les van a perjudicar enormemente y echar, al menos parcialmente, del mercado.

Sería positivo que nuestras autoridades tomaran buena nota de todos estos hechos.