Los ataques de lobo a ganado en la región bajaron un 40% en dos años, llegando hasta los 210 en 2020

Los ataques del lobo al ganado madrileño ha descendido progresivamente, pasando de 385 ataques en 2018 a 210 en 2020, es decir, un 40 por ciento menos, según datos proporcionados a Europa Press por fuentes de la Consejería de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio y Sostenibilidad de la Comunidad de Madrid.

La Consejería destaca que esta reducción se debe a las medidas preventivas que han puesto en marcha. Entre esas medidas están los estudios de caracterización y seguimiento reproductivos de la especie, elaboración de censos, el marcaje con tecnología GPS, el seguimiento de los puntos de incidencia de la especie con el ganado así como los puntos de mortalidad, la elaboración de necropsias.

También la comunicación constante con los organismos gestores de las carreteras para solventar incidencias en las vías que puedan derivar en atropellos, y por último, la elaboración de informes ambientales relacionados con distintas actividades que puedan influir negativamente en la conservación de la especie.

En estas fechas las lobas están criando los lobeznos con apenas un mes de edad y el seguimiento de los grupos es esencial para que culminen con éxito la crianza.

 

CERCA DE 40 LOBOS VIVEN EN LA REGIÓN

La población de lobo ibérico en la Comunidad de Madrid se ha incrementado a lo largo de la última década. En la actualidad cuenta con la presencia de unas cinco manadas: cerca de 40 lobos en la región, que viven en la Sierra de Guadarrama y la Sierra del Rincón).

Es a partir de 2006 cuando se empezaron a registrar ejemplares errantes de lobo ibérico (Canis lupus signatus) en zonas de la mitad norte de la región. En 2011 se localizó la primera manada que había criado en territorio madrileño, a lo largo de más de medio siglo. Desde entonces, los lobos han ido consolidando la ocupación de las sierras de Guadarrama y el Rincón, junto con individuos de manadas localizadas próximas al territorio madrileño en las vertientes segoviana y avileña de la sierra.

Al sur del Duero, esta especie se encuentra estrictamente protegida lo que hace necesario de tomar medidas para su conservación. Por esta razón, la Comunidad de Madrid mantiene los estudios con detalle de los problemas asociados a la presencia de la especie en territorio madrileño, para así poder gestionarlos en beneficio de la propia especie y de aquellos que se ven afectados por su expansión.

Cabe destacar el estudio de la dieta del lobo en el Parque Nacional de la Sierra del Guadarrama, elaborado por la Universidad Autónoma de Madrid a petición de la Consejería donde se indica las preferencias alimenticias del lobo y que pasa por la ingesta mayoritaria de presas silvestres, como el jabalí y el corzo en el 76% de los casos analizados frente a animales domésticos como la cabra, la oveja o la vaca, cuya presencia en los restos de heces analizados solo se detectó en un 11% de los casos.

 

MEDIDA PARA EVITAR PÉRDIDAS DE GANADO POR LOS ATAQUES DEL LOBO

Hay que señalar que suelen ser más vulnerables a los daños del lobo el ganado menor (ovino y caprino) que el mayor (vacuno y equino). En términos globales se ve afectado el 54,8% de reses vacunas frente al 42, 1% del ovino, ya que es el que lleva parejo un aprovechamiento extensivo que en ningún caso cuenta con pastoreo. Aunque en términos absolutos hay más datos en el vacuno, la cabaña ovina tiene un número de cabezas inferior a pesar de lo cual acaparan el 43% de las cabezas afectadas por el lobo.

La adopción de medidas preventivas por parte de los ganaderos en la cabaña ovina ha hecho que vayan disminuyendo los ataques. Por lo que respecta al ganado vacuno, los daños se dan con mayor frecuencia en terneros de pocos días o semanas.

Técnicas como la concentración de parideras y la presencia de mastines son medidas de protección que se están demostrando ser muy eficaces. «El ganado extensivo es la asignatura pendiente y hay que centrar los esfuerzos en facilitar un mayor manejo del mismo», ha señalado el director general de Biodiversidad y Recursos Naturales, Luis del Olmo.

También ah destacado la elaboración de distintas ayudas económicas para compatibilizar la presencia del lobo con las explotaciones ganaderas, con las que poder financiar pequeñas inversiones de mejora de las instalaciones, adquisición de perros pastores y equipamientos; «y las labores de sensibilización y asesoramiento a los colectivos afectados».

A esta medida se suma la presencia de un veterinario en el marco del Plan de Actuación del Lobo que recorre las instalaciones y explotaciones ganaderas afectadas por los lobos al objeto de valorar las medidas que cuenta la explotación y evitar futuros daños, así como para proponer, en su caso, mejoras o refuerzos de las mismas.

Por último, Del Olmo señala que entre las medidas a tomar en cuenta a futuro destaca «la integración de los valores culturales, etnológicos, antropológicos y biológicos del lobo en el desarrollo turístico, prohibiendo las actividades que generen molestias en las zonas de cría y reunión».

«A ello hay que añadir, y en ello estamos trabajando, la agilización en el pago de indemnizaciones, las subvenciones para comprar y mantener los perros de guarda y las teleras móviles para los ganaderos, y la articulación de leyes que den seguridad jurídica a los ganaderos en el uso de mastines, y que sean considerados como animales para el trabajo», ha proseguido.

Por supuesto, continúa el director general, las campañas de sensibilización y señalización para advertir a senderistas, ciclistas y turistas de la presencia de perros guardas; la construcción de cercados a prueba de lobos en montes comunales para encerrar las vacas paridas y los terneros, así como la puesta en marcha de medidas preventivas que demuestran la baja incidencia de ataques de lobos «y la coordinación para facilitar el acceso a las subvenciones previstas en los fondos de los Planes de Desarrollo Rural (PDR).