Las claves de la inseminación exitosa en conejas: la hembra

Como hemos comentado previamente (Parte I: el macho), una inseminación con resultados satisfactorios viene dada en un 50% por el macho y en otro 50% por la hembra, y ambos se deben tener en cuenta por separado para alcanzar el máximo rendimiento de cada uno.

Inseminación artificial en coneja.

En lo que a la hembra se refiere, actualmente las líneas genéticas están seleccionadas para la mejora de la prolificidad y crecimiento de los gazapos. Para que la inseminación artificial (IA) sea exitosa ha de tenerse en cuenta la edad de la coneja (que haya alcanzado su madurez sexual), una buena condición corporal y peso, y una elevada receptividad sexual.

Foto 1. Pistola de inseminación artificial para coneja.

La producción de conejos se realiza, por lo general, en ritmo semiintensivo, inseminando a las hembras a 11 días post-parto. De este modo la coneja tiene que lidiar con la gestación y la lactación de manera simultánea, lo que supone un mayor desgaste del animal, teniendo que incidir especialmente en su cuidado y bienestar.

La receptividad sexual de la hembra puede observarse mediante la coloración de la vulva (rosa-roja e hinchada) o mediante la aceptación de la monta. Sin embargo, estos métodos no son prácticos en granjas comerciales donde el número de hembras es elevado, de forma que para asegurar una buena receptividad sexual de la coneja que ayude a la sincronización, se puede recurrir a:

  • Utilización de tratamientos hormonales, como la eCG (equine Chorionic Gonadotrophin, 25 UI, 48 h antes de la IA).
  • Incremento de las horas de luz previas a la IA.
  • Flushing alimentario suministrando pienso ad libitum unos días antes de la IA cuando se ha realizado antes una restricción de alimento.
  • Bioestimulación, que consiste en la separación de la madre y las crías durante 24 horas antes de la IA.

La coneja es un animal de ovulación inducida por el estímulo del macho durante la monta. Por lo tanto, cuando se realiza la IA es necesaria la utilización de análogos de GnRH, aplicados principalmente por vía intramuscular (p.ej. 20 µg de gonadorelina o 0,8 µg de buserelina). Sin embargo, últimamente se está probando la vía vaginal, depositando la dosis de GnRH junto a la dosis seminal correspondiente. Así, se reduce la manipulación de los animales mejorando sus condiciones de bienestar. No obstante, las dosis de algunos análogos de GnRH tienen que ser mayores, las enzimas del plasma seminal pueden deteriorar su actividad si el tiempo de conservación es elevado, y se están estudiando los efectos que estos análogos pueden tener sobre la célula espermática. Otros problemas que podría presentar el uso de análogos de GnRH mediante vía vaginal, es que la absorción del mismo puede variar dependiendo del estado fisiológico y sanitario de la hembra.

Por último, la IA en sí se realiza con cánulas o pistola de inseminación (Foto 1) con una deposición vaginal profunda. En todo momento es imprescindible la higiene en el procedimiento y la asepsia del material, tanto para la recolección y manipulación del semen como para la posterior deposición en la hembra.

Cuadro I: Valores medios de los índices bdcuni en el año 2013. (Pascual et al., 2013; ASESCU 2013).

Por tanto, con una calidad seminal y un manejo de los animales como se ha descrito previamente se llevará a cabo una inseminación artificial exitosa. Esto puede suponer unos índices de producción por inseminación como los descritos en el informe técnico de bdcuni que se muestran en el Cuadro I.

 
María Rodríguez Francisco.

Estudiante de doctorado.

UPM.

Pilar García Rebollar.

ETSI Agronómica, Alimentaria y de Biosistemas.

UPM.