La transparencia entre ganaderos e industria

Este es un de los temas que no es sencillo de solucionar de forma satisfactoria y que, además, está sujeto a muchos parámetros, como región, época del año, situación del binomio oferta – demanda (volumen, regularidad, distancias, etc.), especie animal de la que se trata, etc.

Precisamente, en el ámbito del ganado porcino de capa blanca, una serie de organizaciones como es el caso de ASAJA, COAG, UPA, ANPROGAPOR y Cooperativas Agro-alimentarias de España, que representan alrededor del 90 por 100 de la producción porcina, han presentado al Ministerio de Agricultura un conjunto de alegaciones y/o propuestas al proyecto de Real Decreto sobre la clasificación de las canales de porcino. Alegaciones que entienden los firmantes de las mismas que son coherentes, equilibradas, justificadas y fácilmente aplicables

El objetivo que se quiere perseguir es el de dotar precisamente de una mayor transparencia la transacción comercial entre ganaderos e industria, amén de garantizar que la clasificación de las canales (extra, primera, segunda, tercera) se adecúe a la realidad teniendo en cuenta la importancia de las mejoras genéticas realizadas (este mismo problema ya surgió hace muchos años cuando se empezó a incluir en la base animal de nuestras ganaderías la raza Landrace y el Europa 16).

Lo que han solicitado respecto a los controles oficiales es que sea la Mesa de Coordinación (Administración General del Estado, CC.AA. y el sector), la que establezca los requisitos, frecuencia y número mínimo de controles que permitan una aplicación homogénea mínima en todo el Estado. Ello no significa que las distintas CC.AA., en el ejercicio de su autonomía, no puedan reforzarlos de acuerdo con su criterio.

Entre las otras medidas de carácter técnico solicitadas se encuentran una de especial relevancia: que todo el equipo de pesaje, clasificación e informática cumpla con la normativa asegurando, por una parte, un mantenimiento adecuado de todos los elementos y, por otra, unas mediciones correctas, tanto en el animal vivo (peso, por ejemplo) y en la canal.

También solicitan, con razón, que no solo esté obligada a clasificar adecuadamente, lo que no siempre es sencillo cuando interviene una parte de valoración subjetiva, sino que además se incluya la identificación (marcado) individual y se lleve a cabo un registro diario que incluya de cada lote el peso y la clasificación de cada una de las canales que lo conforman

Otro tema que también es objeto de solicitud se refiere a garantizar una mayor transparencia en la comunicación de los resultados a los ganaderos. Se pide, en este contexto, la obligatoriedad de remitir a cada ganadero los resultados del pesaje y de la clasificación de sus animales sin necesidad, como sucede hasta ahora, de que exista una solicitud expresa (esta medida puede ser especialmente importante, para el ganadero y para el propio sector, no solo por su aportación a la transparencia comercial, sino también porque, adecuadamente manejada, puede ser de la gran utilidad para poder controlar y verificar la mejora productiva y genética de cada explotación implicada y, por ende, de la propia cabaña).

Con esta finalidad, ASAJA, COAG, UPA, ANPROGAPOR y Cooperativas Agro-alimentarias hacen referencia a la aplicación de un un sistema informático que permita analizar y recabar esta información de tal forma que podría convertirse en una herramienta “big data” de gran utilidad para un sector tan dinámico e importante como este.