La raza bovina Murciano-Levantina: Presente y futuro (II)

Continuando y complementando lo expuesto en la primera parte de nuestro artículo, señalamos en primer lugar que el sistema de manejo reproductivo que se sigue actualmente emplea la IA y la monta natural con sementales de la raza, siendo necesarios otros métodos que garanticen la continuidad de la misma.

Por tanto, debemos tomar medidas propias de la conservación ex situ, como son la crioconservación de gametos y la producción in vitro de embriones para su crioconservación y/o transferencia a receptoras de otras razas.

El banco de germoplasma de la raza Murciano-Levantina (ML) contiene actualmente 7.280 dosis de semen perteneciente a 15 toros distintos, estando repartido en dos lugares diferentes y distantes, en el Departamento de Reproducción Animal (INIA, Madrid) y en el IMIDA (Murcia), bajo la responsabilidad del Equipo de Mejora Genética Animal. En cuanto al número de embriones conservados en el banco de germoplasma, es muy escaso (170 embriones), limitándose a embriones obtenidos de ovocitos procedentes de ovarios de matadero, sometidos a maduración y fecundación in vitro con semen del banco de germoplasma.

Debido al punto crítico en que se encuentran los escasos ejemplares de la raza, se hace necesaria la ampliación e incremento cualitativo y cuantitativo de los gametos, y aunque el número de dosis almacenadas pudieran ser suficientes, existe un bajo número de toros donantes, lo que disminuye las posibilidades de almacenamiento de toda la variabilidad genética racial. También son insuficientes los embriones en pureza racial y su posible aplicación en vacas receptoras. Tal es así, que se ha puesto a punto la técnica de recogida de ovocitos directamente de reproductoras vivas mediante punción folicular ecoguiada (OPU), para ser sometidos a procesos de maduración, fecundación y cultivo embrionario in vitro, lo que mejorará sustancialmente las posibilidades de recuperación racial.

Las vacas de raza ML que aún quedan son utilizadas en festejos populares, patrocinados por ayuntamientos y asociaciones culturales, contribuyendo así al mantenimiento de los escasos ejemplares de la raza y a la difusión de su conocimiento entre las personas que asisten a dichas actividades. Estos animales se están manteniendo gracias a la constancia de algunos criadores aficionados que invierten en la alimentación y manejo sólo por la conservación de costumbres y tradiciones, en concreto, la utilización como animales de tracción en festejos populares, en el transporte de imágenes religiosas en romerías, en belenes, ferias ganaderas, etc.

El futuro de esta raza es algo desalentador, debido a que los animales tienen un crecimiento lento, lo que impide que sean demandados por los ganaderos dedicados al cebo de bovino. Además, la producción láctea es muy escasa, apenas suficiente para mantener el ternero, y la producción tradicional para la que fue seleccionada la raza, el trabajo y transporte de mercancías, ya no es una alternativa. En la actualidad, se están realizando ensayos para determinar la calidad de la carne de animales de avanzada edad (vacas y bueyes), que parece ser muy demandada hoy día, pudiendo combinarse los aspectos lúdicos de los festejos populares con los de producción de carne roja madurada durante largo tiempo, según las indicaciones de gastrónomos y cocineros afamados en la preparación de productos diferenciados de bovino.

De esta manera, se está procediendo a la castración de los machos que tienen asegurada la supervivencia genética en banco de germoplasma, procediendo a la anestesia profunda de los animales, seguida de la administración de sedantes y analgésicos de larga duración, evitando así daños al animal. Se tienen ya seis ejemplares machos en estudio, esperando seguir con este proceso hasta la venta de los productos a establecimientos especializados, posibilitando de esta forma el conseguir una mayor rentabilidad para esta raza bovina.

Otro problema añadido es el alto coeficiente de consanguinidad que presentan los ejemplares de la raza ML, lo que puede impedir la continuidad de estos proyectos y, aunque podría tener solución mediante cruces controlados con otras razas bovinas, la lentitud del proceso es otro de los inconvenientes a superar.

 

 Dr. Salvador Ruiz López

Dpto. Fisiología. Facultad de Veterinaria. Universidad de Murcia.

Dr. Ángel Poto Remacha

Equipo de Mejora Genética Animal. IMIDA. Murcia.