Inclusión de guisantes en las dietas para Vacas Lecheras de Alta Producción ( V.L.A.P)

De acuerdo al Anuario de Estadística (2015), los guisantes secos son la principal semilla de leguminosa que se produce en España; así, en 2014 se cultivaron más de 135.000 ha, con una producción de más de 141.900 t de semillas, de las que más del 90% se destinaron al consumo animal.

Según los resultados obtenidos por este autor en un estudio llevado a cabo en el Departamento de Producción Agraria de E.T.S.I. Agrónomos de la Universidad Politécnica de Madrid (Díaz-Royón y col, 2016), el valor nutritivo de los guisantes es (en base a materia seca; MS):

  • Materia orgánica: 96.3%
  • Proteína: 21% proteína bruta (PB), con 87% de esta como proteína degradable en el rumen.
  • Nitrógeno insoluble en fibra neutro y ácido detergente: 12,5 y 1,9, respectivamente.
  • Carbohidratos no-fibrosos: 36,7% almidón (85,4% ruminalmente degradable)
  • Carbohidratos fibrosos: 20,1, 8.5 y 0,24% fibra neutro detergente, fibra ácido detergente y lignina, respectivamente.

Debido a su contenido elevado en almidón y a su contenido medio en proteína, los guisantes se utilizan como concentrado proteico y energético en dietas de vacas lecheras de alta producción. El principal problema de este alimento es la elevada degradabilidad en el rumen de su proteína, la cual suele sobrepasar el 84% (INRA 2007; Khorasani y col., 2001; Petit y col., 1997). La proteína degradable en rumen proporciona una mezcla de péptidos, aminoácidos libres y amoniaco para el crecimiento microbiano y la síntesis de proteína microbiana. Sin embargo, generalmente, ésta puede ser insuficiente para aportar el total de aminoácidos requeridos por los animales de elevada producción. La proteína microbiana puede llegar a representar entre el 32 y el 63% de la proteína requerida por vacas de alta producción (45 kg de leche por día), con lo que debe complementarse con otras fuentes de proteína de sobrepaso que sean altamente digestibles en el intestino. Al igual que la proteína, el almidón contenido en los guisantes es altamente degradable en el rumen (79%), muy superior al almidón del maíz (60%; INRA 2007).

Un estudio llevado a cabo la Universidad Estatal de Dakota del Sur evaluó el nivel de inclusión óptimo de guisantes en vacas de alta producción (Albrecht y col., 2012). Estos autores formularon dietas en las que quitaban maíz molido y harina de soja de las dietas e incluían guisantes a niveles de 0, 12, 24, y 36% de la materia seca total. Todas las dietas contenían 37.5% de ensilado de maíz, 12.5% heno de alfalfa y un 50% de concentrados. El consumo (24,2, 24,9, 23,5, y 21,8 kg MS/día en dietas que contenían 0, 12, 24, y 36%, de guisantes, respectivamente), la producción lechera (37.0, 35.4, 33.8 y 33.0 kg/d), y la producción de grasa (1.29, 1.25, 1.21 y 1.22 kg/d) y proteína láctea (1.13, 1.07, 0.97 y 0.93 kg/d) disminuyeron linealmente al aumentar el nivel de inclusión de los guisantes en las dietas. Estos resultados muestran que sustituir maíz y harina de soja con guisantes a niveles de inclusión igual o superior al 24% de la dieta afecta negativamente la capacidad productiva.

En conclusión, la semilla de guisante es un nutriente que puede utilizarse como concentrado proteico o energético en dietas de vacas lecheras, sin embargo, debido a la gran degradabilidad ruminal de su proteína y almidón, niveles de inclusión muy elevados pueden afectar al rendimiento productivo de animales de alta producción.

 

Fernando Diaz, DVM, PhD

Dairy Nutrition and Management Consultant

GPS Dairy Consulting.

www.gpsdairy.com