La producción de piensos compuestos en la Unión Europea

De acuerdo con los datos proporcionados por la FEFAC (la Federación Europea de Fabricantes de Piensos) la producción de piensos compuestos en la Unión Europea (U.E. – 28) se ha mantenido, durante el año 2017, prácticamente al mismo nivel que en el año 2016 (156,5 a 156,7 millones de toneladas = + 0,2 por 100).

Entre los Estados con una mayor producción de piensos compuestos destacan Alemania, Países Bajos e Italia, que mantuvieron su producción; Francia y España registraron una caída del 1 y del 3 por 100, respectivamente. El Reino Unido aumentó su producción en casi un 2 por 100. Alemania fortaleció su posición como país líder de la Unión Europea en términos de producción total de piensos compuestos, por delante de España y Francia. A señalar que el Estados de la U.E. donde más creció la producción de piensos compuestos, por cuarto año consecutivo, fue en Polonia (+ 7,5 por 100).

Analizando los datos por las principales especies se constatan resultados dispares.

La producción de los piensos destinados al ganado porcino descendió, en el año 2017, un 1 por 100 respecto a 2016 (49,9 millones de toneladas frente a 50,3 millones de toneladas); la razón hay que buscarla en un descenso paralelo de la producción. Cierto es que el incremento de la demanda mundial de carne de porcino (en particular de China) generó una recuperación de los precios en el mercado en la Unión Europea. Sin embargo, este hecho no se tradujo en una recuperación de la producción porcina, debido fundamentalmente a la presencia de la Peste Porcina Africana (PPA) en el Oriente de la U.E.

En el caso del ganado vacuno, tuvo una gran influencia la evolución del vacuno de leche. La eliminación de las cuotas lácteas en el año 2015 provocó en 2016, como es bien conocido, unas evoluciones muy dispares en lo que atañe a la producción de leche y a la demanda de alimentos lácteos. En el año 2017 se consolidaron las distintas evoluciones a nivel nacional, con desarrollos positivos del 5 al 8 por 100 en Estados como Polonia, Bélgica y Reino Unido. Paralelamente, en la Península Ibérica, la prolongada sequía sufrida afectó el suministro de forrajes y dio lugar a una mayor demanda de piensos compuestos. A nivel global, la recuperación de los precios de la leche alentó a los ganaderos a reanudar las compras de alimentos de alto rendimiento para maximizar la producción. Todos estos factores han dado como resultado que la producción de este tipo de alimento haya subido del 1,1 por 100 en 2017 (43,5 millones de toneladas en el año 2017 frente a 43,1 millones de toneladas en el año 2016).

En lo que atañe a la producción de piensos compuestos para la avicultura, en términos globales, se mantuvo estable y, un año más, en primer lugar (54,2 millones de toneladas en el año 2016 frente a 54,4 millones en el año 2017). Cierto es que el brote de influenza aviar tuvo graves repercusiones en algunas regiones de gran producción avícola de la Unión Europea, especialmente en lo que atañe a la producción de patos para foie gras en Francia y Hungría. Varios países de la UE registraron descensos o estabilidad en su producción de piensos para la avicultura, con la significativa excepción de Polonia (cuya ganadería intensiva crece a gran ritmo), que registró un crecimiento del 7 por 100 por tercer año consecutivo.

Las primeras estimaciones apuntan hacia un ligero aumento de la producción de piensos compuestos en la Unión Europea durante el año 2018.