La polémica del raboteo en el ganado porcino
Una de las obsesiones que rigen desde hace unos años en la Unión Europea, tal y como la ha manifestado reiteradas veces la Comisión Europea, es la de evitar la mutilación (en cualquiera de sus facetas), tanto en los animales de renta como en las mascotas. En este capítulo constituyen ejemplos claros el raboteo en el ganado porcino o en los perros de raza bóxer.
En este sentido, la normativa comunitaria sobre el bienestar de los cerdos (Directiva 2008/120/UE) solo permite el corte de rabos (el denominado raboteo) cuando se trata de prevenir la caudofagia (se trata de un comportamiento que se puede calificar de anormal, cuyo origen es altamente complejo y que se manifiesta con comportamientos altamente agresivos en los cerdos que desemboca en mordeduras principalmente en los rabos, las vaginas y las orejas).
Ahora la Federación de Veterinarios de Europa (FVE) ha publicado un estudio según el cual, en una gran mayoría de Estados de la Unión Europea, muchos de ellos grandes productores (España, Francia, Dinamarca, Holanda Bélgica, Austria, Italia, Reino Unido, Irlanda), el raboteo tiene una prevalencia entre el 85 y el 100 por 100. Por su parte, en Estados como Alemania, Polonia y República Checa se práctica entre el 40 y el 85 por 100 de las explotaciones. Únicamente en Escandinavia, (Finlandia y Suecia y también en Noruega), donde el censo porcino es bajo, el raboteo se lleva a cabo en menos del 10 por 100 de las explotaciones. Precisamente en Suecia y Finlandia se han establecido ya prohibiciones en lo que atañe al corte de rabos (en Alemania, Dinamarca y el Reino Unido se está avanzando en el mismo sentido).
En este marco, cabe señalar que, en septiembre pasado, la HFAA (Health and Food Audits and Analysis) realizó una misión en España para analizar la situación del corte de colas y el material manipulable disponible para los animales en las explotaciones. Los inspectores visitantes consideraron positivo el trabajo que se está realizando en España en lo que se refiere a la preparación y difusión de materiales divulgativos entre los ganaderos con el fin de reducir el corte de rabos. También valoraron positivamente los análisis de riesgo realizados.
Una de las formas de reducir la incidencia de la caudofagia en las explotaciones porcinas es la de poner un material manipulable en las cochiqueras; el mismo favorece que los animales se mantengan entretenidos y, por esta razón, se ha comprobado que se reduce la incidencia de la aparición de los mordiscos.
La prevalencia de materiales manipulables adecuados es de entre un 85-100 por 100 en Estados tales como en Alemania, Dinamarca, Reino Unido, Suiza, Austria y la República Checa. Esta prevalencia baja a un 40-60 por 100 en otros Estados de la Unión Europea tales como España, Francia e Italia.