La norma del etiquetado y las importaciones de leche y productos lácteos
Como ya se comentó hace muy poco en esta misma tribuna hace unas pocas fechas el Gobierno, concretamente el Consejo de Ministros, aprobó un Real Decreto que obliga a incluir la indicación de origen en el etiquetado de la leche y los productos lácteos a partir del año 2019.
La nueva normativa afecta a productos tales como la leche y la nata, sin concentrar, azucarar ni edulcorar o la concentrada, azucarada o edulcorada de otro modo. Además, afecta a suero de mantequilla, a la leche y a la nata cuajadas, al yogur, al kéfir y a las demás leches y natas, fermentadas o acidificadas, incluso concentrados, lactosuero, productos constituidos por los componentes naturales de la leche, demás materias grasas de la leche, quesos y requesón.
Como es lógico, esta normativa es muy importante para nuestros consumidores y afectará fundamentalmente a unas 800.000 toneladas que se importan en España anualmente del exterior en forma de leche y productos lácteos.
En efecto, las importaciones en el sector lácteo siguen siendo fundamentalmente intracomunitarias, cerca del 99 por 100 de las mencionadas importaciones tienen su origen en otros Estados de la Unión Europea. Sin embargo, hay un fuerte crecimiento de las importaciones procedentes de Países Terceros (generalmente, en razón de los precios en origen).
De acuerdo con los datos aportados por la balanza comercial agroalimentaria, las importaciones desde países fuera de la Unión Europea crecieron en el año 2016 un 18,6 por 100 y un 53 por 100 en términos de valor y peso respectivamente, mientras que las compras procedentes de Estados de la Unión Europea disminuyeron en un 5,6 por 100 en valor y un 16 por 100 en peso.
Ello hace todavía más importante el etiquetar adecuadamente todos los productos del sector lácteo que procedan de la importación (incluyendo, lógicamente, los que llegan a España procedente de la Unión Europea pero cuyo origen está en un País Tercero).