La evolución del empleo en el sector agrario
Uno de los índices que mejor llega a reflejar la “salud de un sector” es el del empleo y su evolución. Lamentablemente, los datos ofrecidos por la Encuesta de Población Activa del primer trimestre de 2018 no son positivos y ponen de manifiesto que el sector agrario es el único donde cayó el empleo durante el último año, ya que, durante ese tiempo, catorce mil personas dejaron de trabajar en el campo.
Si bien el desempleo se incrementó en todos los sectores, es especialmente llamativo el reducido crecimiento que se registró en el sector agrario, cuando el primero es un trimestre de mucha actividad. Esta situación pone de manifiesto el impacto de la sequía en producciones agrarias cuya campaña de recolección se amplía habitualmente hasta marzo. Los datos de la EPA ponen en evidencia que disminuyó la población activa en el sector agrario durante los tres primeros meses del año.
Ya son 206.500 las personas en paro en el sector agrario. Su número aumentó en 7.600 personas, un 3,8 por 100 más que entre los meses de octubre a diciembre del año pasado. En el último año, el paro se redujo en 11.300 personas, un 5,19 por 100. Este descenso es menor que el que recogió la EPA del primer trimestre de 2017. En aquellos meses, 29.700 personas encontraron trabajo, un 27,49 por 100 más que en este año 2018.
La tasa de paro en el sector agrario se sitúa ya en el 19,8 por 100, lo que significa un 3,11 por 100 más que la de carácter general. Con respecto al último trimestre de 2017, la tasa de desempleo agrario sube un 0,35 por 100.
Además, se registra una alta tasa de temporalidad, que llega al 64,1 por 100, aumentando un 2,5%.
Por su parte, Comisiones Obreras (CCOO) ha denunciado el fraude que se registra en la contratación de carácter temporal para actividades cíclicas en la misma época del año, porque les correspondería un contrato fijo discontinuo. Estos datos, según CCOO, ponen en evidencia la insensibilidad del Gobierno, que adopta unas medidas insuficientes y discriminatorias para las personas afectadas por la sequía y aprueba, para 2018, una irrelevante subida del 1,1 por 100 de los fondos públicos para los Planes de Fomento de Empleo Agrario y de Zonas Rurales Deprimidas.