Importancia de la energía eléctrica en las explotaciones de ovino lechero

El sector ovino lechero está sometido a un proceso continuo de reestructuración para adecuarse tanto a las exigencias de los consumidores en materia de calidad y características de los productos, como a las diferentes reformas de las políticas agrarias, todo ello tratando de mantener el umbral de rentabilidad incluso en la adversidad de la coyuntura socioeconómica y considerando siempre la sostenibilidad ambiental como uno de sus ejes principales. Como consecuencia, el número de explotaciones de ovino de leche ha ido disminuyendo a lo largo de los últimos años, mientras que aumentaba el tamaño de las que quedan, su competitividad y su productividad.

Después de los costes relacionados con la alimentación de los animales, la energía supone uno de los principales gastos en este sector, dada la dinámica de funcionamiento en las explotaciones: dentro de las actividades que se realizan, el ordeño es la que más tiempo consume, realizándose, además, los 365 días del año. La modernización de los sistemas de ordeño y manejo del ganado, que ha traído consigo un aumento del tamaño de las explotaciones y una mejora en las condiciones de trabajo de la mano de obra, ha conllevado una importante mecanización de las tareas, en su mayor parte automatizadas mediante sistemas eléctricos y electrónicos. Esto ha derivado en un importante incremento de la factura eléctrica que, además, conlleva un impacto ambiental en términos de huella de carbono y producción de gases de efecto invernadero asociados a la generación de energía.

La realización de auditorías en ganaderías de ovino lechero ha puesto de manifiesto el desconocimiento general que existe sobre las posibles horas de funcionamiento de estos equipos. Hay que tener en cuenta que, además de los equipos asociados directamente al ordeño, como la bomba de vacío o la bomba de descarga de leche, hay otros cuyo consumo es cuantitativamente muy importante, tales como el tanque de enfriamiento o el termo de calentamiento del agua, de los cuales, además, resulta difícil hacer una estimación de su funcionamiento a partir de los datos de consumo eléctrico total de las explotaciones. Estudios previos han señalado que dicho consumo en una ganaderías de ovino de leche media (estimado en más de 1.800 kWh/mes) se reparte de forma mayoritaria entre la bomba de vacío (41%), el tanque de enfriamiento (30%) y el termo de calentamiento del agua (12%), quedando el resto de consumo repartido fundamentalmente entre la ventilación, la alimentación y la iluminación. Sin embargo, se trata únicamente de estimaciones basadas las observaciones realizadas por los ganaderos y los técnicos, no habiéndose cuantificado de manera real el consumo individual de cada uno de los equipos.

Es, por tanto, necesario profundizar en el estudio de la distribución del consumo eléctrico en las explotaciones de ovino lechero y elaborar recomendaciones prácticas de manejo que estimulen la utilización racional de la energía, el ahorro y la mejora de la eficiencia energética.

En este sentido, el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (ITACyL) cuenta con la experiencia de haber desarrollado una herramienta online para la evaluación del consumo energético en las explotaciones de ganado vacuno lechero www.enerlacteo.com, donde además está disponible el “Manual de Buenas Prácticas de ahorro y eficiencia energética en explotaciones de vacuno lechero”.

 

Raúl Bodas

   

Juan José García

Línea de Investigación en Rumiantes

Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León