El ganadero de Prats de Lluçanès (Barcelona), Abel Parera, ha explicado que ha vacunado a todas las ovejas de su granja para evitar que se contagien de la enfermedad de la lengua azul porque, según sus palabras y ha instado a que el resto de explotaciones lo hagan ya que en esta ocasión la enfermedad se ha expandido por las granjas catalanas de manera muy rápida.

En declaraciones , Parera ha comentado que en tres semanas el brote ha recorrido media Cataluña. Es por eso que los granjeros están vacunando a sus animales «para hacer un cinturón» y evitar que el virus causante de la enfermedad se expanda hacia el resto del territorio.

El ganadero ha comentado que se han producido brotes en otras ocasiones, en 2008 y 2016, pero entonces eran «muy localizados». Ahora, sin embargo, considera que si no se vacunan a todas las ovejas «puede haber una catástrofe».

La Conselleria de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural de la Generalitat ha empezado a vacunar a ovejas y bovinos contra la lengua azul, y lo ha hecho con las 200.000 dosis que llegaron el lunes y priorizando a las ovejas, que son las que tienen más síntomas.

Los nuevos casos de lengua azul se han dado en 19 explotaciones de 8 comarcas: el Alt y Baix Empordà, el Gironès, Ripollès, Pla de l’Estany, La Selva (Girona), Maresme y Osona (Barcelona), y se suman al detectado durante el mes de junio.

La lengua azul es una enfermedad vírica que afecta a rumiantes domésticos y salvajes, que se transmite de animal en animal a través de un vector y no por contacto directo: se transmite mediante especies de mosquito del género Culicoides, pero no afecta a las personas.