El sector vacuno de leche en la República Dominicana

La ganadería de leche es considerada a nivel mundial como una actividad importante en el devenir socioeconómico de un país; en especial, en aquellos países de regiones que se encuentran en vías de desarrollo, como es el caso de la República Dominicana.

La principal importancia técnica de este sector radica en el alto valor nutricional que tienen los productos que genera, razón por la cual organismos internacionales como la FAO y/o la UNESCO los han recomendado considerándolos alimentos básicos. Desde el punto de vista económico, la ganadería de leche genera, en muchas regiones del mundo, un aporte significativo al Producto Final Ganadero (PFG) y, por ende, al Producto Final Agrario (PFA).

Importante hacer mención al hecho de que este sector pecuario está implicado en constantes cambios tecnológicos y de mejora de su gestión (optimización de los factores de producción) con la finalidad de lograr una más eficiente y más eficaz producción a un menor costo, buscando mayores márgenes brutos. Resulta evidente que la aplicación de unas tecnologías adecuadas y de una gestión correcta a la explotación del vacuno de leche es fundamental (al igual como sucede en las demás explotaciones pecuarias) para rentabilizar la producción.

Lograr que la producción de leche sea rentable es realmente un reto difícil de superar en algunos países o regiones. Este es el caso de la República Dominicana, donde varios factores asociados están influyendo de manera negativa en la rentabilidad de esta explotación.

Históricamente, y así sigue siendo, la República Dominicana no produce la suficiente cantidad de leche para poder atender la demanda real mercado nacional. Los últimos datos disponibles (año 2015), publicados por el Ministerio de Agricultura, evidencian este hecho. La producción estimada es de 655,8 millones litros/año y el consumo interno, expresado en equivalentes de leche líquida tipo, es de aproximadamente 950 millones de litros/año.

Ante esta situación, el país ha ido implementado nuevas técnicas reproductivas (como, por ejemplo, la inseminación artificial a tiempo fijo y la obtención de individuos mediante la fecundación in vitro), y adoptando tecnologías en el ámbito de la propia producción, mediante la adquisición de maquinarias y equipos automatizados. Rodo ello, además del arduo trabajo de conseguir mejorar los pastos y la introducción en el país de ganado más adaptado y de mayor producción (Gyr y Guzará).

Estas medidas han tenido resultados positivos en lo que atañe al aumento en la producción de leche que se ha evidenciado en los últimos años (gráfico I).

Gráfico I.- Evolución de la producción de leche líquida (millones de litros) en la República Dominicana durante el periodo 2009-2015 (.000 t)

 

Fuente: Ministerio de Agricultura

Lamentablemente estos esfuerzos no parecen haber tenido un impacto importante en la rentabilidad de la producción. Siendo esta la principal problemática que enfrenta el sector lechero, la cual podríamos vincular a dos fenómenos que han tenido lugar en los últimos tiempos:

Primero, el aumento significativo de las importaciones de leche en polvo, de suero lácteo y de derivados lácteos, la mayoría de las mismas utilizados por la industria láctea nacional. Estas importaciones han lastrado muy significativamente a la producción nacional. Esto ha provocado que las industrias tengan un control cuasi absoluto sobre el precio de la leche en el mercado, pudiendo mantenerlo congelado durante largos periodos de tiempo (con todo lo que ello supone para el productor).

En segundo lugar, los gastos, fijos y variables, de la producción (alimentos concentrados, medicamentos, fertilizantes, equipos de ordeño, etc.) han ido aumentando constantemente en los últimos tiempos. A ello hay que sumar el aumento significativo del precio de los combustibles y de la energía eléctrica. Consecuentemente, los costes de producción han aumentado de forma muy importante, poniendo en una situación crítica la rentabilidad de la producción láctea en nuestro país.

Las consecuencias de esta realidad son realmente graves. Últimamente, varios centros de acopio (cooperativas encargadas de reunir la leche de pequeños productores) se han visto abocados a cerrar y muchos productores se encuentran al borde de la quiebra, con todo lo que ello significa económica y socialmente (pérdida de muchos puestos de trabajo).

Esto pone en evidencia las consecuencias que tienen, especialmente en un país en vías de desarrollo, una mala planificación y una errónea política pecuaria.

Mary Cruz Durán García

Instituto Dominicano de Investigaciones Agropecuarias y Forestales.

Zootecnista.