El rodaballo, un pescado de presente y de futuro

La acuicultura es una rama más de la Producción Animal y se divide en dos tipos: la marina y la continental. Se define la acuicultura como la producción (cultivo) de organismos acuáticos aplicando técnicas que supongan un aumento de la producción en cantidad y en calidad en un intervalo de tiempo determinado.

Actualmente, se puede considerar que es la fuente de producción de proteína animal con un crecimiento más dinámico y puede representar cerca del 60 por 100 del pescado que se consume en el mundo. Se puede cifrar en más de 580 especies las que hoy se cultivan a través de la acuicultura, lo que supone una producción superior a los 77 millones de toneladas anuales, con un valor cercano a los 160.000 millones de dólares USA.

En este contexto, el rodaballo ocupa un lugar destacado. Éste, al igual que, por ejemplo, la platija, el gallo y el lenguado, pertenece al orden de los pleuronectiformes o peces planos y es en la acuicultura marina española, desde el punto de vista comercial, una de las especies más importantes, después de la lubina y la dorada, Su producción, a nivel europeo, se acerca a las 12.000 t anuales; en España, sobre las 9.000 toneladas anuales.

Hay que indicar que el rodaballo fue el primer vertebrado secuenciado genéticamente en España, si bien, en comparación con otras especies de peces planos, en el rodaballo hay muy pocos estudios genómicos realizados.

Esta especie habita en fondos marinos, arenosos y lodosos, desde aguas poco profundas hasta los 100 m de profundidad. Su cultivo no es sencillo; necesita un periodo de 2 años para alcanzar su talla comercial; las hembras tienen un crecimiento superior a los machos y tiene la ventaja de presentar resistencia a ciertas enfermedades.

En razón de lo expuesto, los objetivos fundamentales de su selección genética están relacionados con el incremento de la tasa de crecimiento, la obtención de poblaciones de solo hembras y la selección de animales resistentes a patologías de interés industrial.

En el caso del rodaballo, se ha realizado un rastreo genómico para la identificación de QTL´s con efecto en la determinación del sexo, en la tasa de crecimiento y en la resistencia a patologías de fuerte impacto industrial. En la actualidad, se dispone de información relacionada con la determinación sexual y el crecimiento en esta especie.

En lo referente a la resistencia a las mencionadas patologías, los resultados científicos son alentadores, pero su aplicación a nivel industrial requerirá de otras aproximaciones más refinadas, como la selección genómica, que actualmente ya se aplica en animales domésticos tradicionales como el vacuno o el porcino.

Por otra parte, una serie de investigadores españoles han logrado asociar una región genética concreta con la determinación sexual del rodaballo, indicado la existencia de un factor genético principal mayor responsable de la determinación del sexo, lo que abre grandes expectativas de futuro.

En definitiva, cabe afirmar que el rodaballo no solo es un pez de presente, sino que, sin duda, es una especie con un gran futuro técnico y comercial.

 

Mary Cruz Durán

Licenciada en Producción Animal.

Alumna Máster en Producción y Sanidad (UCM – UPM).