El reto de ajustar la ración en ovino lechero
Aunque existen varias “escuelas” de valoración de necesidades alimenticias, ninguna de ellas propone un sistema objetivo sobre qué ración hacer.
Si hacemos un solo lote de producción, no parece que la mejor solución sea hacer de la media de producción diaria el objetivo de la ración, ya que con ello conseguiremos que al menos la mitad estén subalimentadas. Todavía parece más difícil acertar si hacemos lotes, ya que si estos son por fecha de parto, estaremos en el caso anterior y si los establecemos por producción deberemos ajustar las raciones a los diferentes lotes.
En cualquier caso parece imprescindible realizar control lechero para poder llegar a la solución que consideremos más adecuada, ya que la producción de cada oveja al día tendrá un valor dentro de una Distribución Normal y hablar de Distribución Normal es lo mismo que hablar de la Campana de Gauss.
Una pequeña aproximación al sistema que proponemos, teniendo en cuenta esta Distribución Normal, tendría como fundamento las medidas de posición y dentro de éstas los cuartiles y los percentiles para poder formar los lotes y calcular la ración.
Así lo primero que hay que tener en cuenta es el conjunto de datos ordenados del control lechero, donde tendremos un valor máximo y un valor mínimo, los cuartiles Q1, Q2 y Q3 que determinan los valores correspondientes al 25%, al 50% y al 75% de los datos y donde Q2 coincide con la mediana y el rango intercuartílico (RIC), que sería Q3-Q1. Los datos que se extienden más allá de este rango, son valores atípicos en la serie considerándose outliers los valores inferiores a Q1–1,5·RIC o superiores a Q3+1,5·RIC.
El objetivo debería ser alimentar correctamente al 80% de los animales y para ello deberíamos hacer lo siguiente:
- Ordenar la producción por animal del control lechero.
- Si tenemos un solo lote de producción, calcular el percentil 80 y ajustar la ración a ese dato.
- Si podemos hacer lotes, hacer tantos como sean necesarios, según el número de animales que podamos tener por lote, con el fin de evitar que el número de animales fuera de rango supere el 5%, en cualquiera de los lotes, debiendo ser estos homogéneos en número.
Por último apuntaremos algunas claves de ración que debemos tener en cuenta:
- A mayor homogeneidad genética y por tanto de producción, mayor acercamiento a raciones ajustadas a la mayoría de los individuos.
- A más dispersión, sería necesario tener más lotes.
- Si no tenemos nodrizas, los animales con crías se alimentarán como el lote de alta, cuando éste exista.
- Podemos fijar el número de animales mínimo por lote, pero este dependerá en gran medida de la manera de alimentar que tengamos.
- Si existen muchas cancinas, habrá que tenerlo en cuenta y concentrar más la ración.
- Los animales no deben notar en su producción los posibles cambios de lote que hagamos.
Este tipo de sistemas evita, por un lado, sobrealimentar y, por otro, perder producción por la implementación de raciones limitantes; ello justifica su interés económico.
Francisco Martínez.
Sociedad Europea de Nutrición Animal.