El próximo presupuesto y la futura PAC
Cuando llegue a sus ordenadores este boletín, se estará presentado en Bruselas el presupuesto europeo 2021-2027, que incluirá un recorte del 6 por 100 en políticas agrarias y de cohesión. El objetivo paralelo es el de compensar estas pérdidas con más fondos para otras partidas ajenas a la agricultura. Se trataría de partidas centradas en políticas de apoyo a los países del Sur para frenar la inmigración.
De prosperar esta propuesta inicial de la Unión Europea, a la que habría de añadirse la presión de algunos Estados como Alemania y algunos del norte de Europa, que llevan tiempo presionando para recortar la PAC, supondría para el sector agrario español (en base a los datos del FEGA del año 2017) un recorte de cerca de 340 millones al año en ayudas directas.
Parece ser que la Comisión Europea se plantearía compensar esta pérdida con más inversiones e incentivos a través del Banco Europeo de Inversiones.
Paralelamente, estos fondos solo llegarían tras el cumplimiento de una serie de condiciones. Según se apunta en Bruselas, “la obtención de los fondos estaría condicionada al cumplimiento de las recomendaciones específicas”, en especial en lo que atañe a las materias de sostenibilidad y medioambientales. Obviamente, esta condicionalidad macroeconómica obligará a hacer una serie de reformas para no sufrir la pérdida de inversiones en caso de generar incumplimientos.
Ante esta situación, hay opiniones para todos los gustos. Por una parte, se aduce que esta nueva situación macroeconómica en la Unión Europea perjudicará en gran medida al campo español, pero, paralelamente, al menos en teoría, España puede salir relativamente bien parada.
En efecto, con la posible salida de Reino Unido, España es contribuyente neto cada vez con mayor claridad. Por lo tanto, a nuestro país llegarán en el futuro, sí o sí, menos fondos de cohesión y, como ya se ha mencionado varias veces, menos ingresos base procedentes de la PAC. Pero, en cambio, al menos teóricamente (luego ya se verá cuál es la realidad) España podría beneficiarse de las nuevas prioridades en materia de migración, defensa, seguridad y control de fronteras. La cuestión no es sencilla y cabe preguntarse si no “vale más pájaro en mano que ciento volando”.
Habrá que ver cuál es la postura que adopta España al respecto, pero, ante la poca importancia política que lamentablemente tiene el sector agrario en nuestro país, mucho nos tememos que se aceptará la pérdida de estos mencionados 340 millones a cambio de…