La culpa, una vez más, de los vascos

No podía ser de otro modo, tenía que ser un vasco, pensará más de uno  al conocer que el video que ha provocado la caída de la señora Cifuentes es un vídeo grabado en un centro comercial de EROSKI y hasta quizás alguno querrá rescatar la campaña de boicot a la firma vasca que promovieron hace unos años con el fin de dañar a todo lo vasco, creyendo, queriendo creer mejor dicho, que los males que afectan al Partido Popular son culpa de agentes externos y sin caer en la cuenta que, para hundirse, ya se valen ellos solos y sus fraternales navajazos. No obstante, confío que mis lectores estatales sepan captar mi ironía y no se vuelvan locos resucitando el boicot que nunca debió impulsarse. Ni EROSKI ni nadie se merece una medida de ese calibre y más si tenemos en cuenta la inutilidad de ese tipo de actuaciones.

Pues bien, refiriéndome a empresas distribuidoras vascas, esta semana asistí en la magnífica bodega de txakoli Katxina de Orio al primer Foro KM 0 de la firma irunesa UVESCO que reunió a sus proveedores alimentarios (baserritarras, cooperativas, PYMES, sindicatos agrarios, etc.) además de sus responsables máximos, siendo su director general, José Ramón Fernández de Barrena quien dio cuenta de la evolución creciente de la empresa que  expande su red de 221 centros por las comunidades autónomas de Euskadi, Nafarroa, Cantabria, Rioja y con una pequeña pica en Madrid bajo la enseña comercial BM y, localmente en la comarca de Donostia, Super Amara, alcanzó la facturación de 703 millones de euros ( + 8%) y emplea a unas  4.400 personas.

Como se podrán imaginar el eje central de su discurso y el de los siguientes oradores fue la apuesta por el producto local, de calidad y la pujanza de los productos frescos como opción de compra de un consumidor, al menos en teoría, muy preocupado por la salud y les tengo que reconocer que el esfuerzo que están haciendo las distribuidoras vascas, la propia Uvesco pero también Eroski (Mercadona, por su parte, su apuesta, por ahora, se limita a lo estatal) por promocionar el producto local, lo más cercano y fresco posible, es innegable y digno de aplauso, impulsando la demanda y haciendo de empresas tractor para la organización y estructuración del sector productor que, lamentablemente, ni acaba de ordenarse en empresas cooperativas que concentren la oferta ni se muestra capaz de crear empresas logísticas que vehiculen, de forma lógica, ordenada y eficiente, la producción dispersa de nuestras pequeñas explotaciones.

Ahora bien, no va a ser todo incienso para estas empresas y siendo consciente que ni unos ni otros son monjas de la caridad sino empresas que quieren y deben ser rentables para asegurar su viabilidad, quizás sí debiera agarrar el látigo y recordarles que, aun reconociendo un correcto funcionamiento en los modos de pago, no es menos importante el precio “acordado” entre ambas partes y entrecomillo la palabrita porque, como se podrán imaginar, la situación de desigualdad de un productor individual, una PYME o una cooperativa frente a estas distribuidoras es de tal calibre que de dicha transacción, siendo realistas, unos salen más contentos que otros. Como lo vengo diciendo de forma insistente y reiterada, llegando incluso al hastío, con carácter general, los precios actuales no son malos, tampoco buenos y menos si queremos insuflar alegría y compromiso a las nuevas generaciones. Son precios estables, que no es poco, sin olvidar que nos encontramos estables en el fondo, o al menos, en la parte baja de la tabla de rentabilidad.

Volviendo al Foro de Uvesco, quisiera rescatar algunos de los datos ofrecidos por Gema del Castillo de la consultora de audiencias de consumo Nielsen que comenzó su exposición cifrando en 2.671 millones de euros el consumo alimentario de Euskadi en el año 2017 con un crecimiento del 3,7% con respecto al año previo, destacando los frescos con un 6,1% frente a los envasados con un 2,7% y dentro de los frescos, destaca la fruta con un 10,5%, la carne con un 6%, las verduras con 5% y el pescado con 4,6% y si bien es innegable que hay muchísima gente que las está pasando canutas con la bajada generalizada de sueldos de estos últimos años, no es menos reseñable que hay mucha gente que está dispuesta a hacer un esfuerzo o gasto extra para adquirir alimentos que encajen con sus prioridades o preferencias principales que no son otras que la salud , la sostenibilidad y la conveniencia, ósea, el bienestar físico, la responsabilidad con el medioambiente y el desarrollo local y, finalmente,  la comodidad.

Visto lo visto, no es de extrañar que todas las cadenas de distribución, en sus variados formatos, se hayan lanzado a una carrera por potenciar su sección de frescos, mejorar la ubicación y la imagen de dichas secciones, rescatar la atención personalizada y así, resulta comprensible que su apuesta por el producto fresco local ha provocado que los hipermercados y supermercados ya alcanzan una cuota de mercado del 60% en los productos frescos cuando en el año 2009 suponían sólo el 45%. Por todo ello, vistos los excelentes resultados de la apuesta por el producto fresco local, no me extraña que algunos productores se vean utilizados por los comercios como anzuelo para pescar a nuevos clientes. ¡Benditos anzuelos!

Xabier Iraola Agirrezabala

Editor en Kampolibrean.

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