El potencial de Brasil como productor de carne ovina

Brasil tiene un rebaño ovino de 17,6 millones de cabezas, el cual se distribuye entre todos los estados brasileños en un área de 8.516.000 km2, siendo la población brasileña de 205 millones de personas. Las regiones Nordeste y Sur del país agrupan al 80% del rebaño nacional. El área del Nordeste cuenta con 1.554.000 km2 y un censo de 10,1 millones de cabezas. El Sur, con área de 576.000 km2, agrupa 5,1 millones de cabezas.

En los últimos años se ha constatado el aumento de la cabaña nacional en otras regiones del país, como en la región Centro Oeste, conocida como el granero de la agroindustria de Brasil, que ha presentado un aumento del 83% en la última década, en el estado de Mato Grosso con un aumento de su rebaño del 184%, o la región Sudeste, la más poblada, que triplicó sus censos ovinos en los últimos años (estado de Sao Paulo), debido a la tecnificación y profesionalización de la actividad.

El rebaño ovino brasileño ocupa el puesto 18º en tamaño en el ranking mundial, teniendo todavía muchas posibilidades geográficas para su expansión y de aumento de consumo por parte de la población. Actualmente el consumo per cápita es muy bajo, alrededor de 0,7 kg/persona/año.

Sin embargo, hoy en día, la producción nacional de carne de ovino no satisface la demanda interna. Un ejemplo de ello serían los datos procedentes de la comercialización, con inspección federal, durante el ejercicio de 2014, durante el cual el mercado de la carne ovina fue de 11.400 toneladas, de las cuales 1.600 procedían de producción interna y las 9.800 restantes de importaciones, siendo el 91% de esta cantidad importado de Uruguay, reforzando la dependencia de la cadena ovina brasileña del mercado exterior.

No obstante, existe un gran potencial para aumentar la producción de carne ovina en el país a través de las razas autóctonas (Criolla en el Sur, Morada Nova y Santa Inés en Nordeste, Pantaneira en el Centro Oeste) y mediante razas adaptadas (Corriedale e Ideal en el Sur), junto con la introducción de razas especializadas utilizadas en cruzamiento como Texel, Ile de France, Suffolk, Hampshire y, en especial, la raza Dorper.

En cuanto al sistema de producción prevalecen los sistemas extensivos, aunque se observa un aumento en el número de animales jóvenes terminados en sistemas más intensivos para satisfacer a un mercado y a un consumidor, cada vez más exigentes. Las cadenas productivas y comerciales todavía no tienen suministros suficientes que satisfagan la demanda de carne de calidad.

No obstante, se han desarrollado diversas marcas de calidad, algunos ejemplos exitosos serían en el sur el Cordero Herval Premium, que se inspiró en las líneas de trabajo y creación de marcas de calidad españolas como el Ternasco de Aragón. Actualmente existen otros modelos que buscan fomentar y caracterizar la identidad del producto final, como el Cordero Paulista (Sao Paulo), Cordero Caatinga (Nordeste), Cordero Castrolanda (Paraná), Cordero Alto Camaqua y el Cordero Gaucho (Rio Grande do Sul).

Por lo tanto, con la disponibilidad de superficies pastables para su expansión, razas y tecnología y, siguiendo el ejemplos de marcas de calidad y estrategias exitosas desarrolladas en otros países, Brasil podrá tener en las próximas décadas un papel fundamental en la alimentación mundial de carne ovina debido a su potencial para satisfacer la demanda interna y externa a medio y largo plazo.

Luis Gustavo Castro Alves.
Universidad Estatal de Londrina (Brasil).
José Carlos Silveira Osório.
Universidad Federal de Pelotas (Brasil).