El ovino y la enfermedad de los abscesos
La enfermedad de los abscesos, también denominada enfermedad de Morell, es una enfermedad bacteriana infecto-contagiosa de los pequeños rumiantes, endémica en España.
Cursa con la aparición de abscesos purulentos de localización subcutánea, a menudo en la región parotídea, submandibular o retrofaríngea, pero también en la región cervical, subilíaca y poplitea, que pueden alcanzar un tamaño considerable (Foto 1).
Está causada por Staphylococcus aureus subsp anaerobius (Saa) y clínicamente puede confundirse con la linfoadenitis caseosa o pseudotuberculosis, causada por Corynebacterium pseudotuberculosis (Cps), en su forma superficial. A diferencia de esta, la enfermedad de los abscesos afecta generalmente a animales jóvenes, siendo las más afectadas las corderas de reposición, y es extremadamente raro que produzca abscesos a nivel interno.
Es difícil valorar el impacto económico en las explotaciones. No obstante, es causa de decomisos parciales en matadero y supone un grave inconveniente en el mercado de animales para vida, generalmente de alto valor genético y económico.
Para su diagnóstico es necesario el envío de muestras del interior de los abscesos al laboratorio, en el que se identificará al agente causal por cultivo bacteriológico. Para ello, se deben abrir los abscesos con la hoja de un bisturí y, tras vaciar su contenido, frotar la pared interna con el hisopo (Foto 2). Es importante utilizar hisopos con medio de transporte (tipo Amies) y enviar varias muestras de distintos animales.
Foto 2. Toma de muestra del interior del absceso con hisopo.
En Exopol, hemos analizado los resultados obtenidos en el laboratorio de todas las muestras de abscesos externos que han llegado para su diagnóstico, procedentes, en su mayoría, de Castilla y León, Castilla-La Mancha, Aragón y Cataluña.
En los últimos 5 años, se han recibido un total de 104 casos clínicos de ganado ovino. En el 77 por 100 de los mismos se diagnosticó enfermedad de los abscesos, mientras que solo en el 14 por 100 se diagnosticó linfoadenitis caseosa. En 5 de esos casos se detectaron ambos agentes en el mismo muestreo. Según estos datos, en ganado ovino es mucho más frecuente la enfermedad de los abscesos como causante de abscesos superficiales que la pseudotuberculosis.
La principal fuente de infección de un rebaño es la introducción de animales infectados que contaminan el ambiente tras la apertura espontánea de abscesos. Los animales sanos se infectan a través de heridas que entran en contacto con el material contaminado. Una vez introducida la enfermedad, su eliminación se hace difícil por la falta de respuesta a los tratamientos y la persistencia en el ambiente, y tiende a extenderse. Son importantes todas las medidas destinadas a evitar la diseminación, como la higiene y desinfección de instalaciones, eliminación de insectos, eliminación de prácticas que produzcan heridas, etc.
Las autovacunas frente a la enfermedad de los abscesos son una herramienta específica y eficaz de control para este proceso, como se ha demostrado en varias experiencias publicadas. En un trabajo realizado por la Facultad de Veterinaria de Zaragoza en una granja comercial en la que el 100 por 100 de las corderas de reposición estaban afectadas por esta enfermedad, se aplicaron dos dosis de autovacuna, con 3 semanas de intervalo a partir de los 2-3 meses de vida, a todos los animales de reposición durante 5 años seguidos, pasando del 100 por 100 de prevalencia en dichos animales en el año 2012 a menos del 1 por 100 en este año 2017.
Se puede concluir que la enfermedad de los abscesos está muy presente en nuestras explotaciones, pero, afortunadamente, disponemos de herramientas de gran utilidad para su diagnóstico y control.
Ana B. Fernández Ros
Dra. en Veterinaria. Responsable Departamento Autovacunas
EXOPOL Autovacunas y Diagnóstico.