El gasto traccionado de la actividad cinegética en España

El pasado 19 de abril fue presentado en Madrid, por parte de don José Luis López-Schümmer, presidente de la Fundación Artemisan, y de doña María Lambarri, gerente de Estrategia y Operaciones de Deloitte, con la participación de doña Esperanza Orellana, directora general de Desarrollo Rural y Política Forestal, y de don Alfonso Codes, secretario general técnico del Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, el primer informe Impacto Económico y Social de la Caza en España, elaborado por la empresa Deloitte para la Fundación Artemisan.

El presidente de Artemisan defendió que “es hora de poner en valor la caza, sin complejos, que se entienda la profesionalización que ha sufrido el sector en los últimos años y se haga una apuesta verdadera, más allá de las buenas palabras, en el desarrollo de un gran proyecto para el mundo de la caza en España”.

De acuerdo con el citado informe, ha destacado también el señor López-Schümmer que “los gestores cinegéticos invierten cerca de 300 M€ en la conservación y mantenimiento de infraestructuras forestales, por lo que es necesario un reconocimiento sin tapujos de la importancia del sector cinegético”.

Por otra parte, el gasto traccionado (que suma los efectos económicos directo, indirecto e inducido) de la actividad cinegética en España es de más 6.475 millones de euros al año y crea 187.000 puestos de trabajo. Paralelamente, el gasto directo de la mencionada actividad cinegética supera los 5.470 millones de euros.

Por lo tanto, la actividad cinegética en España, de acuerdo con los datos aportados por el mencionado informe, representa el 0,3 por 100 de nuestro PIB, que equivale al 13 por 100 del sector agrícola, ganadero y pesquero, al 4 por 100 del sector de la construcción y al 9 por 100 del sector financiero.

Profundizando en el tema del empleo generado, la caza mantuvo, como ya se ha indicado, casi 187.000 puestos de trabajo anuales (el 1 por 100 de la población activa en España), de los cuales cerca de 45.500 empleos fueron empleos directos generados por titulares de cotos y organizaciones profesionales de caza.

Según el informe de la Fundación Artemisan, por cada euro gastado en la actividad se generan 1,18€ de PIB. Además, la actividad cinegética contribuye a la recaudación de las haciendas públicas españolas en más de 614 M€, de los que el 33 por 100 son aportados directamente en concepto de tasas e impuestos por cazadores, rehaleros y gestores de terrenos cinegéticos.

La caza forma parte del acervo cultural de la sociedad española y es practicada por cerca de 800.000 personas, de las que 334.000 cuentan con licencia federativa, consolidándose como el tercer deporte más practicado en España, tras el fútbol y el baloncesto. España es, además, uno de los países con mayor número de licencias, por detrás de Francia.

El estudio también describe el perfil medio del cazador español: hombre asalariado, de más de 46 años, con estudios universitarios y que gasta una media anual de 9.694€ en la actividad. Practica tanto caza mayor como menor, mayoritariamente en cotos privados, y sus principales destinos para la práctica de la caza son las comunidades de Castilla-La Mancha (86 por 100), Castilla y León (35 por 100), Andalucía (34 por 100) y Extremadura (33 por 100).

El estudio también pone de manifiesto que España es uno de los principales destinos para cazadores de todo el mundo, especialmente europeos, tanto por su diversidad como por las distintas modalidades de caza.

El 87 por 100 del territorio español está declarado como de aprovechamiento cinegético, lo que suponen 43,8 millones de hectáreas, distribuidas en 32.817 cotos. El 19 por 100 del terreno cinegético nacional se concentra en Castilla y León, que es la comunidad autónoma con mayor extensión, seguida por Castilla-La Mancha y Andalucía, con un 16 por 100 cada una. El 82,6 por 100 de los terrenos cinegéticos están organizados en cotos privados, el 7 por 100 en cotos deportivos y el 10 por 100 por el resto de tipologías de terreno.

No por último, según el informe de la Fundación Artemisan, la actividad cinegética contribuye directamente al mantenimiento y cuidado del medio ambiente, gracias a que es una actividad clave para el control de sobrepoblaciones, así como de enfermedades animales y la conservación de hábitats naturales.

De hecho, según se especifica, la caza es reconocida por múltiples organismos internacionales (incluida la Comisión Europea) como un instrumento de gestión de la fauna silvestre y de los ecosistemas por el impacto positivo que tiene tanto en las especies cinegéticas como en las que no lo son.

En la actualidad, se destinan conjuntamente 233 M€ en repoblaciones y otras inversiones de conservación medioambiental y 54 M€ al mantenimiento de accesos, pantanos, podas, mejora del monte, cortafuegos y cortaderos, entre otros. Estos casi 300 M€ que los diferentes sectores invierten en la Conservación del Medio Natural tienen una influencia muy positiva en la conservación de los hábitats.

El ejemplo más relevante de la labor ejercida por los actores cinegéticos en la preservación de la fauna silvestre es la recuperación del lince ibérico, gracias al mantenimiento en los cotos privados de las poblaciones de conejo de monte y perdiz que le sirven de alimento. De hecho, todos los planes de recuperación del lince ibérico destacan la necesidad de implicar a las sociedades de cazadores, que participan activamente en la elaboración y seguimiento de dichos planes.

Por su parte, en la presentación del mencionado informe, doña Esperanza Orellana detalló que el Gobierno ha impulsado la creación de una Estrategia Nacional Cinegética que va a constituir el marco orientativo y de coordinación para la ordenación, a escala nacional, del aprovechamiento cinegético. La señora Directora General afirmó que, al igual que los demás aprovechamientos forestales no madereros, el aprovechamiento cinegético tiene una especial consideración dentro del Plan de Actuación Forestal promovido por el Ministerio, como documento clave para el desarrollo de una estrategia forestal nacional.

Finalmente, la Directora General se refirió a que, con la reciente creación de las mesas sectoriales de la Caza y la Pesca, se permitirá la puesta en común de los aspectos cinegéticos que deban abordarse con perspectiva nacional. Al mismo tiempo, estas mesas servirán de cauce de representación de todos los actores directamente implicados en ambas actividades.