El Colegio Oficial de Veterinarios de Madrid elimina su “premio taurino”

De acuerdo con la nota oficial publicada, “el Colegio Oficial de Veterinarios de Madrid ha decidido, por acuerdo de su Junta Directiva, eliminar el premio que otorgaba desde el año 2002 al mejor toro de la feria de San Isidro. Esta decisión viene motivada tras la petición cursada por AVATMA (Asociación de Veterinarios Abolicionistas de la Tauromaquia y del Maltrato Animal)”.

La decisión se hizo pública en la Asamblea General de colegiados celebrada este jueves después de considerar que no se puede premiar este tipo de maltrato animal, aunque sea legal y esté considerado Patrimonio Cultural’.

El último galardón, correspondiente a la pasada Feria de San Isidro, recayó en el toro ‘Coquinero’, de la ganadería santacolomeña de Rehuelga.

Hasta este año y durante 15, el mencionado Colegio Oficial de Veterinarios de Madrid galardonaba cada año a las corridas de toros. De acuerdo con el propio Colegio la justificación de este premio estaba en el hecho de buscar «estimular a los ganaderos a trabajar con la mayor dedicación y rigor en la genética, selección, alimentación, manejo, sanidad y bienestar de las ganaderías para obtener un animal en unas condiciones óptimas, que se preste a un espectáculo cada vez de mayor calidad«.

Hasta este año, el Colegio Oficial de Veterinarios de Madrid entendía que también debía resaltarse en el acto de entrega del premio (acto con una marcada filosofía profesional y que tenía una reconocida brillantez) «la excelente labor de los veterinarios que trabajan en los espectáculos taurinos«.

Cuando se entregó el último premio al ganadero don Antonio Bañuelos se hizo especial hincapié en una cuestión puramente zootécnica basada en que este ganadero había logrado producir «unos toros muy mejorados, con una presentación impecable y gran bravura, que presentan un buen comportamiento en la plaza, haciendo disfrutar a los aficionados en la Monumental de Las Ventas, algo que no es fácil de conseguir y tiene un enorme mérito».

Ahora el propio Colegio ha dado una “estocada trapera”, no a la Fiesta (que, en sí misma, no se verá afectada en absoluto por este hecho) sino a una forma profesional de reconocimiento, generada, nada más y nada menos, que por un Colegio Oficial de Veterinarios, de la compleja labor zootécnica profesional y cotidiana de los ganaderos de reses bravas y de sus técnicos (entre ellos los veterinarios que también aquí son una pieza clave en el entramado técnico de esta producción ganadera).

Surgen dos preguntas muy sencillas ¿qué tendrán que ver las Churras con las Merinas? Y ¿qué tendrá que ver un reconocimiento a una excelente labor profesional de un ganadero (y de sus técnicos) que logran optimizar técnicamente, en la base animal de su ganadería, la finalidad que comporta la producción del Ganado Bravo, su “comportamiento”, con el “maltrato animal”?

En las ganaderías de Ganado Bravo no hay maltrato animal, sino todo lo contrario, como seguro que saben los miembros de AVATMA que, no lo olvidemos, son veterinarios.

Otra cuestión muy diferente es que los miembros de AVATMA estén en contra de la Fiesta y de cualquier otra utilización lúdica del ganado bravo porque entiendan que, en ellas, hay “maltrato animal”. En este sentido, se esté o no de acuerdo, es absolutamente respetable su opinión, al igual que es totalmente respetable que intenten, siempre dentro de la legalidad vigente, acabar con la Fiesta y con las fiestas populares donde el ganado bravo tiene protagonismo.