El Brexit y su cada vez más dudoso futuro

Tal y como lo habían pronosticado en su día distintos expertos en temas comunitarios y en economía agraria y se había publicado en este mismo boletín, por ejemplo, en el marco de uno de los artículos del profesor Buxadé, el futuro del Brexit parece estar cada día más oscuro y ser más dudoso.

La realidad actual es que cada día que pasa el sector agrario se muestra más preocupado por su situación si se llega a consumar el Brexit.

Antes del referéndum, los pro-Brexit defendían, cómo sucedió con otros aspectos económicos, una entelequia: que las ayudas agrarias en el Reino Unido seguirían igual. Ahora, como es lógico, empieza a emerger la verdad y todo apunta a que no serían tan iguales. El propio Ministro británico de Agricultura, el señor Michael Gove, habla ya de que debería haber un límite a la cantidad de pagos directos que los agricultores reciban tras el Brexit y que el dinero debería estar dirigido básicamente hacia las medidas medioambientales y hacia el fomento de la innovación, no al apoyo productivo.

Por otra parte, las sucesivas negociaciones entre las dos partes implicadas en el Brexit parece que en lugar de ir resolviendo cuestiones se van encallando en los problemas. Así, en la última ronda de negociaciones celebrada los días 9 y 10 de noviembre, la frontera irlandesa fue origen de importantes fricciones entre la posición de la Unión Europea y del Reino Unido. Crear una frontera flexible entre Irlanda e Irlanda del Norte (deseable por la parte de la Unión Europea) supondría, evidentemente, crear una frontera entre Irlanda del Norte (que no quiere el Brexit, no se olvide) y el resto del Reino Unido (lo que no es en absoluto no deseable por éste).

Ante este escenario, a medida que se van acumulando problemas sin que se vislumbre una solución aceptable por las partes, va aumentando el sentimiento entre la opinión pública británica de que quizás estarían mejor en la Unión Europea que fuera de ella. Paralelamente, son cada vez más frecuentes los comentarios de altos cargos que recuerdan que el Brexit todavía es reversible.

El antiguo embajador del Reino Unido en la Unión Europea, Lord Kerr, argumenta que el Reino Unido todavía puede volverse atrás “en cualquier momento” en el proceso del Brexit. A pesar de que la Primera Ministra, la señora Theresa May, ha activado el artículo 50 del Tratado Europeo sobre el abandono formal de la UE, Lord Kerr señala que no existe ninguna disposición legal contra la revocación de esta decisión hasta que el Brexit sea plenamente efectivo y que no tienen que abandonar la Unión Europea; es más, pueden decidir en cualquier momento dentro del período de los dos años, quedarse sin más problemas.

El veterano diplomático ha citado al Primer Ministro irlandés, el señor  Leo Varadkar, que ha manifestado: “La puerta sigue abierta para que el Reino Unido permanezca en la Unión Europea”. El señor Varadkar defiende su postura aduciendo que, a medida que surgen nuevos problemas, las personas tienen derecho a adoptar una opinión diferente y no hay ninguna frase en el Artículo 50 que lo impida.