El aparente complejo futuro de las explotaciones de ovino de leche en España

La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) ha lanzado un muy serio aviso acerca del futuro a corto plazo de las explotaciones de ovino de leche.

Numerosos afiliados de esta organización han puesto de manifiesto su alto grado de malestar por las presiones de algunas industrias lácteas, tanto en lo que se refiere a los precios como en las condiciones de los contratos para el año 2018.

En definitiva, la razón de este aviso está, una vez más, en las fuertes presiones que grandes industrias lácteas están ejerciendo sobre los ganaderos. Tanto los precios que están ofreciendo estas empresas a los productores, como, sobre todo, las condiciones de los contratos ponen, según ha denunciado la organización ganadera UPA, en “serio riesgo de desaparición” a muchas explotaciones.

De hecho, en el último año ya han echado el cierre en España casi 170 granjas dedicadas al ovino lechero, de las 6.500 explotaciones que hay en nuestro país. En la Lonja de León, el día 5 de diciembre la leche de oveja cotizó a 0,0631/E.Q. (E.Q. Extracto quesero por litro); hace 2 años exactamente la leche de oveja cotizaba en la mencionada Lonja de León a 0,0841, un 33 por 100 más que ahora.

Por otra parte, en Castilla y León y en Castilla-La Mancha, según denuncia la UPA: “algunas industrias estarían dejando caer la amenaza de dejar de recoger la leche de granjas situadas en zonas más apartadas”; lo que constituye, a juicio de esta organización, una “discriminación intolerable”.

Esta organización agraria considera que nada justifica este comportamiento de algunas grandes empresas, que además podrían provocar un “efecto imitación” de otras industrias, ya que la situación general del mercado lácteo es de precios al alza para las producciones de vaca y de cabra y con unas cotizaciones muy firmes de los principales productos industriales, especialmente de la grasa.

La UPA también ha señalado que la gran distribución está volviendo a banalizar el queso puro de oveja, con ofertas reiteradas a 5,50 – 6 euros por kilo, en un producto de alto valor añadido, que de esta manera está perdiendo posicionamiento y valor ante los consumidores.