Bioseguridad en cebaderos de terneros

Los cebaderos intensivos son las explotaciones de vacuno más abiertas, su propia existencia depende de un flujo continuo de animales que entran para ser engordados y suministrados a la cadena alimentaria.

En estas circunstancias, la bioseguridad no es planteable, deberíamos hablar mejor de biocontención. Bioseguridad es el conjunto de medidas que se toman para evitar la entrada de enfermedades en una explotación y para limitar su propagación en caso de un fallo; biocontención es el conjunto de medidas que se toman para limitar la propagación y las consecuencias de una enfermedad presente en la explotación. En el caso de un cebadero, está claro que el tráfico de animales genera una entrada constante de patógenos, sin embargo, podemos tomar medidas para limitar su influencia.

 

Evitar la entrada de vectores

Aparte de las enfermedades que traen los terneros, muchos otros animales pueden ser portadores de enfermedades transmisibles: ratas, aves (domésticas o silvestres), insectos, por lo que deben tomarse medidas para evitar que estos propagadores de plagas puedan estar en contacto con los animales en cebo o contaminar su pienso o agua de bebida.

No hay que olvidar que, entre los vectores, se encuentran los visitantes (veterinarios, vendedores, vecinos), por lo que es conveniente reducir estas visitas al mínimo y seguir un protocolo de higiene en instrumentos, utensilios,  ropas y vehículos, es buena idea suministrar ropa de un solo uso o propia de la explotación a los profesionales que deben estar en contacto con el ganado.

 

Dificultar el intercambio de patógenos entre animales

Manejar los lotes según el sistema “todo dentro-todo fuera”, separaciones sólidas entre corrales y bebederos independientes, para evitar el contacto directo (“hocico con hocico”), la vía de contagio más frecuente y eficaz.

Reducir el tamaño de los lotes, para facilitar la vigilancia y el tratamiento temprano de las enfermedades y dificultar su transmisión. Por ejemplo. se ha demostrado que el impacto sanitario de un animal persistentemente infectado (PI) por el virus de la Diarrea Vírica Bovina (BVDv) es máximo en el lote donde permanece este PI, menor en los corrales adyacentes y mucho menor entre los que sólo están en contacto con dichos corrales adyacentes.

 

Otras medidas

Establecer medidas de vacío sanitario eficaces, un protocolo de limpieza en profundidad, de suelos, paredes, comederos, bebederos, tiempo para que sequen, desinfección (sobre superficies limpias), tiempo para que sequen y ventilen para que los nuevos terneros lleguen a un corral sin prácticamente carga infectiva que añadir a la que ellos ya se encargan de traer.

Establecer un corral hospital capaz de albergar en buenas condiciones de cama, confort y manejo a los animales que precisan una atención especial.

Controlar la procedencia y el estado de los terneros; lo idóneo es la compra directa en granja, con un acuerdo de preacondicionamiento, de modo que los terneros ya lleguen vacunados, desparasitados y adaptados a la ingesta de pienso; el sobreprecio de estos acuerdos es muy rentable. Como esta práctica está poco extendida en España, la segunda mejor opción es la compra directa en explotaciones con carta verde, nos aseguramos así que no entren enfermedades como Tuberculosis o Brucelosis.

Tanto en el caso de compra directa como en mercado, se deben examinar todos los terneros, para evitar, al menos, comprar animales enfermos o muy susceptibles de poder enfermar, como terneros con infecciones en el ombligo, con cojeras, con evidencia de estar padeciendo o haber padecido diarreas, con mala condición corporal, etc.

Extremar las condiciones de manejo, confort e higiene en el transporte y en los terneros recién llegados, el primer mes de estancia en cebadero es fundamental para el devenir sanitario y económico del lote.

 

Conclusión

En un cebadero, la bioseguridad, tal y como se entiende en avicultura o en una explotación cerrada de porcino o vacuno de leche es imposible, pero una actitud vigilante y proactiva, que minimice los riesgos y ponga pronto remedio a los brotes infecciosos permite reducir los costes de explotación y contribuye a garantizar la seguridad de la cadena alimentaria.

 


Francisco González.
Consultor en manejo, sanidad y gestión de cebaderos.