Asturias y el lobo

Desde hace tiempo, el Gobierno del Principado de Asturias tiene in mente proceder, en razón de “circunstancias excepcionales”, a intentar exterminar la presencia del lobo, una especie protegida por la legislación española y europea, de un tercio del territorio de la Comunidad Autónoma (bien entendido que, según los datos oficiales del propio Principado, los daños originados por el lobo en Asturias están alrededor del 0,4 por 100 de la renta agraria de esta Comunidad).

Inicialmente, a partir del 15 de septiembre pasado, una orden del ejecutivo asturiano permitía a los cazadores solicitar un número ilimitado de batidas de lobos en las zonas de “presencia esporádica” de la especie, habiéndose autorizado las primeras en los municipios de Candamo, Las Regueras e Illas, en el centro de Asturias.

De acuerdo con la mencionada orden y según la WWF “la caza del lobo se desarrollará en estas zonas permanentemente, sin limitación de cupo, una medida indiscriminada que supondrá la muerte de cualquier ejemplar –machos, hembras, jóvenes, adultos, cachorros… – y en cualquier momento del año, sin ni siquiera respetar la época de cría”.

Para WWF (World Wildlife Fund = Fondo Mundial para la Naturaleza en español), se trata de una medida ilegal e injustificada; y por ello envió una denuncia a la Fiscalía de Medio Ambiente y ha solicitado la paralización cautelar de las batidas, alegando que “autorizar batidas de lobos a manos de cazadores particulares, con el objetivo de erradicar a la especie de regiones enteras de Asturias, es un despropósito y un regreso al pasado. Volver a tratar al lobo ibérico como una alimaña a extinguir, como se hacía a mediados del siglo pasado, es impropio de una sociedad que se dice civilizada”

Para WWF, las batidas son un método de caza inaceptable para una especie como el lobo, ya que no es selectivo ni está basado en datos científicos, sino que está dirigido a la erradicación de la especie de comarcas enteras de Asturias. Y no existe una justificación real para ello, como demuestran los datos del Principado sobre el descenso de los daños a la cabaña ganadera en la región.

El día 2 de octubre el Gobierno del Principado de Asturias ha firmado la autorización definitiva, aunque permanecen las incertidumbres legales ante esta medida.

LA WWF ha denunciado también la falta de transparencia con la que el gobierno asturiano pretende llevar a cabo una medida, la caza indiscriminada de una especie protegida, sobre la que existen claros indicios de ilegalidad. Casi 40.000 personas de toda España se han sumado ya a la campaña de WWF y han pedido al presidente del gobierno asturiano, Javier Fernández, que no autorice las batidas.

Una vez más, se pone de manifiesto la complejidad de los temas de esta naturaleza y lo difícil que es poder armonizar posiciones conceptualmente tan lejanas.