Argentina autoriza la irradiación de carnes

Mientras se está negociando el acuerdo Unión Europea-Mercosur, el gobierno argentino ha publicado una norma (Resolución N° 13 – E/2017) para autorizar la radiación ionizante de las carnes de ave, bovina, porcina, caprina y alimentos de origen animal desecados. Hasta ahora, en Argentina, estaba autorizada la radiación ionizante únicamente en patatas, ajos, cebollas, espárragos, frutillas, especias, condimentos vegetales desecados y/o sus mezclas y hongos de cultivo comestibles.

El proceso está aprobado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).

La radiación de carnes se permite en EE.UU. desde el año 1997; por el contrario, en la Unión Europea no está autorizada más que en especias y condimentos (una vez más en la Unión Europea somos más papista que el Papa).

Actualmente, de acuerdo con las últimas estimaciones se irradian más de 750.000 toneladas de alimentos al año.

De acuerdo con los estudios científicos existentes hasta el momento, la irradiación de alimentos se puede considerar una tecnología simple y segura. Se fundamenta en la exposición de productos a la energía emitida por una fuente de radiación gamma, de forma tal que absorba una cantidad controlada de energía. Por otra parte, los niveles de radiación que son utilizados no representan, de acuerdo con los científicos, ningún problema para la salud.

Esta tecnología se utiliza básicamente para lograr la descontaminación fúngica y microbiana, la desparasitación, la desinsectación e incluso la esterilización de toda forma biológica que pueda afectar a los productos, en este caso los alimentos.

Se afirma que la comida irradiada ayuda a prevenir enfermedades como salmonella, cólera o infecciones por Escherichia coli, transmitidas por los alimentos. Hay que señalar que los alimentos irradiados deben ser conservados en frío

En el caso que aquí nos ocupa la norma permite además la radiación en otros grupos de productos como bulbos, tubérculos y raíces; frutas y verduras frescas; cereales y sus harinas, legumbres, semillas, oleaginosas, frutas secas; vegetales y frutas desecadas, condimentos vegetales, hierbas secas y tés de hierbas; hongos de cultivo comestibles; pescados y mariscos.