Apuntes acerca de la ganadería porcina en Ecuador

En el caso de Ecuador, desde la década de los 80, una serie de inversionistas privados se han dedicado a explotar cerdos en forma tecnificada; actualmente contamos con unas 150 explotaciones que se pueden considerar entre mediana y altamente tecnificadas, lo que nos ha permitido, en este sector pecuario, mejorar significativamente los parámetros de nutrición, los procesos productivos, las instalaciones y el manejo sanitario iniciales (en total hay actualmente una 1.800 granjas porcinas en Ecuador con más de 5 madres o más de 20 animales de cebo dedicadas a comercializar sus productos, si bien hay más de 100.000 puntos en el país donde se ceban cerdos para consumo propio).

El Ecuador presenta una población de unas 74.000 personas vinculadas a este sector, más o menos tecnificado, sumando las que están en el segmento productor y las que se encuentran involucradas, directa o indirectamente, a la producción industrial.

Paralelamente, y este es un tema de enorme importancia, hay cerca de 2 millones de personas involucradas en la producción de traspatio, con todo lo que ello supone para las economías más débiles. Se trata de una producción familiar o de una producción comunitaria y de alcancías familiares, constituyendo este producto uno de los más consumidos por la población, que también aprovecha muchos de sus subproductos (esta producción copa el 60 por 100 del consumo interno). Según datos proporcionados por ASPE, existe un bajísimo nivel de formalidad en el sector con relación al cumplimiento de la normativa vigente. Tanto es así que actualmente solo un 15 por 100 de las granjas a nivel nacional está registrado ante Agrocalidad, la Autoridad Sanitaria Nacional; el 4 por 100 cuenta con registro del Ministerio de Ambiente y sólo el 10 por 100 tiene autorización municipal.

Lamentablemente, como es fácil suponer, el estado sanitario de la base animal en las explotaciones tradicionales, de traspatio o familiares, suele ser muy precario; ello trae como consecuencia la generación y transmisión de procesos patológicos tales como la Peste Porcina Clásica, enfermedades respiratorias, entéricas y parasitarias.

Por lo tanto, es necesaria su erradicación, aun considerando su importancia en la economía de muchas familias(con el coste social que esto supone), porque es la única forma de lograr un desarrollo adecuado de la producción porcina ecuatoriana.

En este marco y como un primer paso, la Agencia Ecuatoriana de Aseguramiento de la Calidad del Agro (Agrocalidad) firmó un Convenio de Cooperación con los productores, a través del cual se está llevando a cabo el denominado “Programa Nacional Sanitario Porcino”. Su finalidad es el control de las enfermedades que afectan al comercio internacional de cerdos vivos, carnes y subproductos, de acuerdo con la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE).

La base animal de nuestra ganadería porcina se encuentra conformada, en su mayoría, por razas cuyos atributos más destacados son la rusticidad y la aptitud materna. Me refiero a razas tales como la Hampshire, la Yorkshire, la Landrace, la Duroc Jersey y la Piétrain.

La Población Porcícola Nacional en el año 2014, de acuerdo con la Encuesta de Superficie y Producción Agropecuaria Continua (E.S.P.A.C.), estaba constituida por 1.934.162 cabezas, distribuidas en diversas regiones de Ecuador; Los mayores censos se encuentran en la costa y sierra: con casi un 80 por 100 de las granjas y un 90 por 100 de la población porcina (Figura 1).

Figura 1. Distribución geográfica del censo porcino en Ecuador

La carne porcina y sus subproductos ocupan un lugar preferente en el mercado interno cárnico del país. La producción de traspatio genera unas 90.000 t anuales y la tecnificada, unas 46.000 t. Su comercialización se realiza, fundamentalmente, a través de supermercados, tiendas, abarroterías (tiendas de ultramarinos) y tercenas (almacenes del Estado).

El consumo per cápita de carne porcina, en equivalente kilos canal, es de unos 11 Kg.; de ellos, unos 3,5 kilos los consume el ecuatoriano en forma de productos derivados y embutidos (Ministerio de Agricultura, ganadería y Pesca de la Nación, año 2013).

De acuerdo con los datos de la Asociación de Porcicultores de Ecuador (ASPE), la industria porcina ha tenido un crecimiento entre los años 2013 y 2014 de un 37 por 100, lo que indica un proceso de desarrollo tecnológico y de mejora de los parámetros productivos.

Actualmente, Ecuador importa alrededor del 10 por 100 neto de su consumo interno (las importaciones proceden, básicamente, de Brasil, EE.UU. y Chile). Principalmente, las importaciones se destinan a cubrir el déficit de grasa, de cuero y de trimmings, que son cortes utilizados para la elaboración de embutidos.

Es evidente que la producción porcina en Ecuador va avanzando, pero aún queda un muy largo camino por recorrer.

Verónica Vanessa Chugcho Jácome

Ingeniera Agropecuaria- Universidad de las Fuerzas Armadas Ecuador

Máster en Producción y Sanidad Animal UPM -UCM.