Aproximación a la utilidad del dato de la urea en leche para saber el equilibrio de la ración. Primeras aportaciones (II parte)

En los primeros datos continuados que hemos recogidos en 41 explotaciones, en los meses de mayo, junio y julio de 2016, los datos obtenidos han sido entre 250 y 730, con una media de 500.

Se han tenido en cuenta los siguientes aspectos:

  • Pertenecen a granjas de Assaf (29) Lacaunes (6), Castellanas (3) y Churras (6).
  • En general, la explotación es intensiva (31), sacando todas al campo en 4 explotaciones y en 6, únicamente el lote de menor producción.
  • Las raciones para 36 explotaciones no llevan ningún aporte de urea y, para las restantes, es menor del 0,5% del total de PB.
  • Los datos tomados corresponderían a las analíticas medias de la primera quincena del mes.
  • Los valores en algunas granjas son muy dispares de un día a otro, llegando a ser en algún caso de 296 un día y 536 el siguiente.
  • En general, las variaciones son menores en las explotaciones que no salen al campo.
  • Como caso extremo, si tomamos la granja con menor valor de urea, 250, sabiendo que su ratio es de 23, su valor teórico cogiendo las fórmulas indicadas anteriormente, serían de 691 o de 585, esto nos lleva a pensar que existen otros muchos factores que pueden influir.

En vacuno, se han realizado numerosos estudios de otros factores que pueden afectar a la tasa de urea en leche, descartando los mismos la influencia de la cantidad de materia seca ingerida, el nivel de proteína (aunque para algunos autores sí lo es) o el de energía analizados de forma separada, pero dando por buenos aspectos como un pH ruminal bajo, tasas anormales de ácidos grasos volátiles y un aporte insuficiente de fibra digestible, ya que reducen la proliferación de microorganismos.

También se ha estudiado en vacas el efecto en el nivel de urea en leche de la mamitis, de si son primíparas o multíparas, del momento de la lactación, del número de ordeños, del efecto estacional e incluso de la tasa de fecundidad.

Por último, los estudios sobre los efectos de la raza son pocos y poco consistentes, aunque sí se apunta que las vacas Holstein tienen un nivel más bajo que las Jersey, ¿no podría pasar lo mismo en las diferentes razas utilizadas para producir leche de oveja en España?

Todos estos factores deberíamos ir estudiándolos y contemplarlos para poder ajustar un dato más correcto para el mercado español y, dentro del mismo, para sus distintas razas y producciones. Al menos sería aconsejable ir haciendo seguimientos de las tasas de urea cuando hagamos cambios de ración o varíen la calidad de los forrajes o concentrados y también cuando varíe alguna circunstancia que pueda ser significativa en la producción.

De momento, nosotros aportamos con los datos que tenemos actualmente las fórmulas de regresión que podemos obtener y que son para un total de 67 muestras de 41 explotaciones

 

Dando como fórmula predictiva:

Urea en leche = 419 + 4,53 (PDIN-PDIN/UFL)

Como su valor de r2 (coeficiente de determinación) no es muy alto, 0,14, hemos querido ver si otro valor como el de producción, tal como apuntan estudios franceses, tienen una mejor correlación, obteniendo :

 

Urea en leche=322 + 113* Producción

Con un valor de r2 mejor, 0,33.

Así que, si unimos las dos variables obtendríamos un dato más ajustado:

Urea en leche:  300 + 2,4 (PDIN-PDIE/UFL) + 98* Producción

Con una r2 de 0,38 y parámetro de correlación múltiple de 0,61.

 

Por lo tanto, combinando los dos factores que creemos que condicionan más la predicción de la urea en leche, podemos obtener la siguiente matriz de resultados esperados, tomando como referencia la relación proteína/energía y la producción:

Por último, señalar que esta aportación a la interpretación del resultado de urea en leche de ovino no es más que un paso para seguir mejorando, no solo las propias correlaciones señaladas, sino también otros posibles factores que influyen en el resultado.

 

Francisco Martínez Sanmiguel.

Veterinario.

Sociedad Europea de Nutrición Animal.