Alojamientos ganaderos. Aspectos previos en el diseño.

Cuando un ganadero se encuentra ante la decisión de renovar/reformar su actual explotación, o cuando un individuo cualquiera valora dedicarse a la ganadería y llevar a cabo la construcción de una explotación, debe reflexionar detenidamente sobre no pocos aspectos.

Citaremos en las próximas líneas los siete aspectos previos fundamentales a la hora de diseñar una explotación ganadera (bien sea desde una reforma o desde el principio).

 

¿Qué vamos a producir hoy y qué mañana?

Una de las primeras cuestiones que debemos tener en cuenta es, qué queremos producir, es decir, con qué base animal queremos contar, que nivel de tecnificación queremos adoptar, con que conocimientos previos cuento como ganadero y hasta donde estoy dispuesto a formarme/especializarme.

 

¿A quién irá destinado nuestro producto?

Con el mercado cada vez más globalizado en el que nos encontramos, debemos pensar en ser capaces de generar un producto que pueda ser vendido en cualquier parte del mundo. Lo que directamente nos lleva a plantearnos que nuestra explotación debe contar con un elevado nivel de versatilidad, pues independientemente de la base animal con la que trabajemos, los formatos de venta de dicha base animal no son los mismos en todas las partes del mundo y a su vez también son cambiantes a lo largo del año (estacionalidad).

 

¿Qué volumen de producto debemos generar?

Esta tampoco es una decisión fácil, pues debemos adaptar nuestro nivel de producción (total anual y a lo largo del año) a varios factores. Este producto debe poder ser absorbido fácilmente por el cliente potencial, pues de no ser así, se vería sometido a una depreciación (ley de oferta y demanda). También es necesario adaptar el volumen de trabajo con la mano de obra con que deseamos (podremos) contar, sin duda otra decisión clave, pues esta relación debe ser lo más eficiente posible. Por otra parte deberemos tener claro el concepto de economía de escala, para poder producir a un bajo coste de producción deberemos fijarnos unas producciones mínimas que nos permitan ser competitivos.

 

¿Cuál es mi capacidad financiera?

Pero mucho antes de pensar en el cliente final (y aunque no le podemos perder de vista en ningún momento), debemos tener clara nuestra capacidad financiera, es decir, con cuanto capital propio contamos o cual sería nuestra capacidad de endeudamiento. Si vamos a recurrir a la financiación externa debemos tener claro cuál es nuestro coste de oportunidad y en qué periodo esperamos recuperar la inversión (teniendo siempre presente la vida útil de la instalación y su valor residual). Es conveniente contar con un plazo de amortización realista y que contemple un intervalo de precios de venta y costes variable a lo largo del mismo.

 

¿Condicionantes normativos?

Las diferentes normativas a las que está sometida nuestra explotación actualmente son cada vez más cambiantes a lo largo del tiempo y a su vez más exigentes. En ocasiones no sólo nos influyen las normativas locales y nacionales, sino que también debemos tener en cuenta las normativas (sobre todo en relación con el bienestar animal) de los clientes potenciales (sobre todo en el caso de clientes extranjeros). Por lo tanto y en lo referente a esta cuestión, la explotación a diseñar deberá tener un elevado nivel de versatilidad.

 

 

¿Imagen ante el consumidor?
Además de tener en cuenta los factores anteriormente citados debemos tener muy presente como debe ser nuestra explotación y por defecto nuestro producto de cara al consumidor final. Actualmente dicho consumidor final está cada vez más formado e informado, por lo que demanda un alto nivel de transparencia, información y trazabilidad. Pues en lo relativo a este aspecto (en el que yo también me incluyo), nos gusta conocer la procedencia y modo de cría de los productos animales que consumimos. La explotación que diseñemos deberá ser por tanto nuestra mejor carta de presentación.

 

¿Qué nivel de especialización deseo conseguir?

Nos referimos en este caso al nivel de especialización del producto final, es muy complicado cumplir todos los aspectos anteriormente citados si no nos empleamos a fondo, para ello es conveniente que centremos nuestros esfuerzos (al menos al principio) en tratar de especializar nuestra explotación en la producción de un determinado tipo de producto, de esta manera, sin duda seremos mucho más eficaces produciendo, reduciremos nuestros costes de producción y aumentaremos la rentabilidad de la explotación.

Alberto Encinas Escobar 

Ingeniero Agrónomo