Animalistas, veganos y cía. vs. la proteína animal

¡Es cierto! llevo una buena temporada en plan “pesado y reiterativo”, lo reconozco y pido disculpas a todos ustedes por ello. Últimamente, tanto en mis clases, como en mis conferencias, en mis apariciones públicas y también aquí, en mis notas del Boletín del Foro Agro-Ganadero incido, una y otra vez, en la temática de las presiones directas e indirectas que tiene que soportar la producción pecuaria; de forma muy especial, aunque no exclusiva, la sujeta a modelos intensivos de producción.

Y también incido reiterativamente ¡es verdad! en las coacciones, más o menos veladas, que diversos colectivos como, por ejemplo, veganos y animalistas ejercen, cada vez con mayor frecuencia, sobre el último eslabón de la cadena alimentaria y sobre el canal Horeca.

Pero es que la semana pasada me he visto inmerso en unas circunstancias vinculadas a lo referido en el párrafo anterior, que me han afectado y que me han llevado a escribir estas líneas.

La primera: me reuní, en razón de mi próximo viaje profesional a América Central, con el responsable de compras de una conocida cadena de hoteles, muy presente en el Caribe, que me manifestó su preocupación porque ya «le han sugerido amablemente» que su cadena, a corto plazo, deje de consumir huevos de gallinas alojadas en jaulas y pollos criado de «forma inhumana», si no quieren verse sometidos a una campaña de presión en España y, sobre todo, en las zonas turísticas donde operan.

La segunda: fui a almorzar con un colega a un conocido restaurante, aquí en Madrid, y al verme el Maître, viejo y estimado conocido (su hijo fue alumno nuestro), se me acercó y me espetó; “por favor, no pida hoy “huevos rotos”; los hemos quitado de la carta ante las presiones y amenazas que estamos sufriendo por parte de ciertos colectivos; nos quieren obligar a ofertar, indicándolo en la carta, sólo huevos de gallinas en libertad».

La tercera: la mayor cadena de distribución alimentaria de nuestro país acaba de anunciar que no será a partir del año 2025 (cómo había acordado con los “proteccionistas animales» hace un par de meses) sino que será dos años antes, en 2023, cuando pondrá a la venta en los expositores de todos sus aproximadamente 1.650 establecimientos únicamente huevos tipo 2, 1 ó 0 (luego; la condena a muerte en este macrogrupo empresarial del huevo tipo 3 para consumo directo se adelanta 2 años).

La cuarta: un buen amigo y veterinario de pro, me hace llegar un WhatsApp que tiene el “atractivo título”: Alumnas de Veterinaria de la UCM nos cuentan la situación de los animales en la facultad (obviamente, lo aclaro para evitar ya de entrada malos entendidos, se refieren a los animales que son utilizados directamente para la docencia, las prácticas y la investigación en la mencionada facultad de veterinaria). Ustedes pueden descargar este anuncio (que corresponde a una conferencia que se va a impartir esta misma semana en la propia facultad) en el siguiente enlace: http://aulaanimal.com/?p=4055 (y verdaderamente les recomiendo que lo lean con atención).

A mí, personalmente, se me ha partido el corazón al ver como sufren estas inocentes alumnas que han llegado totalmente confundidas a una facultad de veterinaria que, miren ustedes por dónde,  es la  única de España en conseguir y renovar en tres ocasiones la acreditación EAEVE y, además, es primera en Europa en lograr ser acreditada con el nuevo sistema que aúna la inspección tradicional y la valoración de los Sistemas de Garantía de Calidad (lo que significa que hacen las cosas muy bien ¿o no?).

No sigo, porque se me ha terminado el espacio que tengo otorgado para mis notas en el Boletín, pero lo tengo cada día más claro: el porcentaje de individuos de nuestra sociedad, especialmente en el seno de la Unión Europea, atacados por el peligrosísimo virus de la «visión absolutamente antropológica de la producción animal en todas sus vertientes» aumenta, año tras año, de forma exponencial.

Lo grave es que las personas afectadas por este virus se acaban volviendo totalmente irracionales en lo que se refiere a la temática producción animal (aunque, en general, siguen siendo amables e, incluso, educadas). Pero, en algunos casos (cada vez más, lamentablemente), terminan volviéndose agresivas (lo que me recuerda, salvando todas las distancias, ciertas manifestaciones clínicas de la enfermedad de Alzheimer).

En definitiva, o nuestra sociedad encuentra pronto una vacuna contra este virus o la situación global ligada a la proteína animal se va a volver enormemente compleja y, probablemente, económicamente inmanejable (como me decía un muy buen amigo y gran ganadero refiriéndose a los animalistas: «acabarán cortando, en base a la sinrazón, nuestras raíces ganaderas, que ya tienen una antigüedad de cuatro generaciones…» ¡esta es exactamente la cuestión!).

Carlos Buxadé Carbó.

Catedrático de Producción Animal.

Profesor Emérito.

Universidad Politécnica de Madrid.