Unas reflexiones acerca de nuestro sector del Vacuno de Carne

El próximo jueves 25 de octubre tendrá lugar en Alcarràs (Lérida), como todos los años, la Jornada Técnica de Vacuno de Carne que, en esta ocasión, es la vigésima.

Con este motivo, compartí hace un par de días un muy ameno e instructivo almuerzo con mi buen amigo y exalumno (de hace ya muchos años), el Dr. Javier López López, actual Director de Provacuno. A lo largo de la conversación, salieron a la luz varios temas que, tanto él como yo, expondremos en Alcarràs dentro de un par de días.

Hoy, en España, el sector Vacuno de Carne, con un producto final de unos 3.300 millones (datos cerrados para el año 2017) viene a suponer el 17,5 por 100 del Producto Final Ganadero (PFG) y el 6,7 por 100 del Producto Final Agrario (PFA). Constituye, desde una perspectiva macroeconómica, el segundo sector pecuario, detrás del porcino, que representa casi el 37 por 100 del PFG y el 14,4 por 100 del PFA y por delante del sector lácteo (que incluye a todas las leches) que aporta el 15 por 100 del PFG y aproximadamente el 5,5 por 100 del PFA.

A nivel de la actual Unión Europea, se sitúa, por mor de la importancia económica de su producción, en cuarto lugar, detrás de Francia, Alemania y el Reino Unido, suponiendo el 9 por 100 de los 34.996 millones de la U.E.

La producción actual es de unas 650.000 toneladas anuales (frente a los 7,8 millones que produce la Unión Europea) y la Utilización Interior Total (U.I.T.) debe estar en torno a las 565.000 t anuales, lo que significa que somos estructuralmente excedentarios.

En efecto, en el año 2017 importamos aproximadamente el equivalente en carne de vacuno a 222.000 t y exportamos unas 305.000 t, lo que supone, por una parte, una tasa de autoabastecimiento del 111 por 100 y, por otra, lógicamente, una gran dependencia de los mercados exteriores (entendiendo aquí al resto de la U.E. como “mercado exterior” aunque técnicamente sea un “mercado único”).

Desafortunadamente, una parte muy importante de nuestro sobrante, unas 150.000 t anuales va a Estados de la Unión Europea, que a su vez presenta un excedente global superior a toda la producción española, dado que éste es de unas 675.000 t anuales (lo que, en mi opinión, no deja de ser preocupante).

Afortunadamente, el sector (representado en gran medida por ASOPROVAC) y su Interprofesión (PROVACUNO) están haciendo, junto con el MAPA, una ingente labor para mantener los actuales mercados en Países Terceros y abrir nuevos. Esto ha permitido que, en los últimos 3 años, las exportaciones en equivalentes a carne de bovino hayan crecido en unas 30.000 toneladas anuales, pasando de 82.500 t/año a 112.00 t/año.

En parte, esta dependencia (al margen de un crecimiento sostenido de la producción desde el año 2010) es debida a que no somos capaces de aumentar significativamente el consumo aparente por persona y año que, en estos momentos, se sitúa alrededor de los 12,5 – 13 Kg (frente, por ejemplo, a los 30 Kg/persona y año de carne aviar). Este consumo aparente actual referenciado está claramente por debajo del de hace 20 años, que se situaba alrededor de los 15, 0 – 15,5 Kg/persona y año.

Pero lo más preocupante de todo es que, desde una perspectiva macroeconómica, el mercado exterior ha tenido históricamente un saldo global negativo y, aunque la situación va mejorando, también lo ha sido en el año 2017; en efecto, las importaciones han supuesto unos 951 millones de euros y las exportaciones solo han apartado unos 931 millones.

Desde mi punto de vista, el sector debe plantearse, ante todo lo expuesto (tanto desde la perspectiva técnica como económica) y las amenazas a las que se debe y deberá enfrentar, tanto presentes (dependencia de mercados “exteriores”, animalistas, veganos, vegetarianos, etc.), como a corto – medio plazo (carne sintética, por ejemplo), si tiene mucho sentido seguir con la actual tendencia de aumentar nuestra producción interior (producción interior también muy dependiente de la importación de terneros desde la Unión Europea para ser cebados aquí; el año pasado ha supuesto esta importación el equivalente a unas 91.000 t).

Creo que hay materia suficiente como para, como dice mi buen amigo Javier, “proceder a tener una pensada”.

Carlos Buxadé Carbó.
Catedrático de Producción Animal.
Profesor Emérito.
Universidad Politécnica de Madrid.