Tribuna informativa – Semana 15/2017

  1. A vueltas con los Organismos Modificados Genéticamente (OGM)

En España y con la finalidad primera de adoptar una serie de medidas para evitar la contaminación transfronteriza con los Estados y países cercanos, el Consejo de Ministros aprobó un Real Decreto por el que se procede a modificar el Reglamento general para el desarrollo y la ejecución de la Ley que establece el régimen jurídico de la utilización confinada, la liberación voluntaria y la comercialización de los organismos modificados genéticamente (OGM).

Como es sabido, en la Unión Europea hay una normativa que establece un marco legal global en lo que atañe a la autorización, en toda la geografía de la U.E., del cultivo de organismos genéticamente modificados con el objetivo primordial de preservar el mercado interior.

En base a la misma, los OMG que se desean utilizar con fines agronómicos, es decir, para su cultivo, deben ser sometidos a una exigente evaluación individual antes de autorizar su utilización y comercialización en el ámbito de la U.E. En la mencionada evaluación, debe ser tenido siempre en cuenta cualquier efecto directo, indirecto, inmediato, diferido o acumulado a largo plazo, que los mismos puedan llegar a generar en la salud humana y en el medio ambiente.

Una vez que un OMG ha sido autorizado para ser utilizado como cultivo en la Unión Europea, los distintos Estados Miembros (EE.MM.) tiene la potestad de decidir si autorizan o no a cultivar el mencionado OMG en todo o en parte de su territorio.

Paralelamente, aquellos EE.MM. que autoricen su cultivo deberán adoptar las adecuadas medidas en las zonas fronterizas de su geografía (como acaba de hacer España), con el fin de evitar una posible contaminación transfronteriza a los Estados miembros vecinos (donde cabe la posibilidad de estar prohibido el cultivo del OMG en cuestión).

  1. Los parques eólicos marinos y la acuicultura

Uno de los temas que ofrece una perspectiva realmente muy positiva, como ya lo están demostrando los holandeses en el Mar del Norte, es la que conjuga los parques eólicos marinos con las granjas acuícolas marinas (nos referimos aquí a las granjas offshore, aquellas donde la producción que se realiza en aguas abiertas o en mar abierto alejadas de la costa y, por lo tanto, del turismo de playa), en ambientes oceánicos expuestos y con corrientes oceánicas más altas de lo que sería cerca de la costa, a poca distancia. En España, el tema de granjas marinas en “mar abierto” se produjo hace ya una década. Se trata de granjas situadas en concesiones a partir de 2 millas de la costa, en aguas expuestas a fuertes temporales y condiciones oceanográficas duras, y hoy en día es uno de los principales métodos de producción de dorada y lubina en el Levante mediterráneo español (obviamente, no es lo mismo el Mediterráneo que el Atlántico),

En todos los casos el objetivo es doble: por una parte, optimizar el espacio a utilizar en la explotación pecuaria (sin perjudicar a la realidad costera) y, por otra, generar una energía limpia.

Obviamente, no es un tema logísticamente sencillo, porque estos parques eólicos están sometidos, como ya se ha indicado, a los fenómenos naturales (que en el mar suelen ser complejos)  y a los efectos de una alta corrosión y del biofouling o incrustamientos (generación de depósitos no deseados en las superficies en contacto con el agua; en este caso de biopelículas; hay que tener en cuenta la elevada resistencia que suelen oponer los microorganismos de las mencionadas películas a los biocidas). Todo ello reduce la vida útil de los mencionados parques e incrementa los costes de mantenimiento y de reposición (este incremento de costes respecto de un parque eólico terrestre se estiman actualmente alrededor de un 30 por 100).

Al combinar ambas actividades (granja y parque), se pueden generar importantes sinergias que derivan en un ahorro significativo de los mencionados costes que puede oscilar entre un 10 y un 15 por 100 (entre las mencionadas sinergias se encuentra la posibilidad de utilizar el mismo buque de apoyo para laborar en ambas actividades, la posibilidad de compartir parte del personal en la actividad a realizar en todas las instalaciones incluyendo el control de las operaciones).

Pero, al margen de todas estas consideraciones y dificultades (que se van superando), el situar las granjas lejos de la costa tiene la gran ventaja de poder poner a disposición de la base animal unas aguas con calidad y con una elevada hidrodinámica que tiene la gran ventaja de dispersar con facilidad el alimento no utilizado por los peces y sus deyecciones. Todo ello puede beneficiar el estado sanitario de los peces implicados.

  1. El MAPAMA pierde peso económico en el Proyecto de Ley de los Presupuestos Generales del Estado (PGE)

Como era de prever en el Proyecto de Ley de los Presupuestos Generales del Estado que el señor Cristóbal Montoro, actual ministro de Hacienda y Función Pública, entregó a la Presidenta del Congreso, doña Ana Pastor, para que se iniciara su tramitación parlamentaria, el MAPÂMA ve reducida su dotación respecto del año 2016 en un 8 por 100 (cuestión que no deja de tener su trascendencia y no sólo económica y que puede reflejar, en cierta manera, cómo valora el Ejecutivo al sector agrario y a su ministerio).

En su conjunto, los programas presupuestarios agrícolas y ganaderos dispondrán de la cantidad de 7.422 millones de euros (hablando siempre en euros corrientes, claro) lo que supone una dotación cuantitativa similar a la del año pasado (+0,3 por 100, para ser exactos).

Por su parte, en el presente año, las subvenciones a la producción agraria con aportaciones financieras del FEAGA ascenderán a 5.633 millones.

Por su parte, volviendo al título de la noticia, el MAPAMA (Ministerio de Agricultura, Pesa, Alimentación y Medio Ambiente) recibirá (si el proyecto pasa indemne el trámite parlamentario, lo que aún está por ver) la cantidad de 1.729,52 millones de euros en 2017, lo que se supone, como ya se ha mencionado, una reducción del 8 por 100 con respecto al año 2016.

Para el desarrollo de la fundamental política de regadíos del Gobierno (objeto de grandes controversias y críticas en estos momentos a raíz de los micro-trasvases), el Departamento dispondrá en este año 2017 de 57 millones de euros. De ellos,  41 millones de euros se dedicarán a inversiones. Además de las dotaciones reseñadas, también aportará al desarrollo de la política de regadíos 17 millones la Sociedad Estatal de Infraestructuras Agrarias.

Para el tema del desarrollo rural el  MAPAMA dispondrá en 2017 de créditos por importe de 1.214 millones de euros. Destacan las transferencias a comunidades autónomas y empresas privadas cofinanciadas con fondos europeos y canalizadas, en su mayor parte, a través del FEGA por importe de 1.074 millones de euros y de la Dirección General de Desarrollo Rural y Política Forestal por importe de 109 millones de euros.

En lo que concierne a la prevención de riesgos en las producciones agrarias, el MAPAMA dispondrá en 2017 de 216 millones de euros; de ellos, 211 millones se destinarán al Plan de Seguros Agrarios.

  1. Unos apuntes sobre la problemática del cambio climático y España

España se encuentra ubicada en la considerada zona templada del planeta y está bajo la influencia de dos corrientes de aire: una masa de aire frío y húmedo que viene del Atlántico y una masa de aire caliente y seco de origen africano. Por una parte, la acción de estas masas de aire sobre el territorio y, por otra, la elevada altitud media, así como la presencia de cordilleras y la distancia del mar, dan lugar a que podamos distinguir, a lo largo de nuestra geografía, diferentes variedades climáticas y de vegetación.

En este contexto, las zonas que se pueden considerar como las más áridas de nuestro país, con unas precipitaciones anuales inferiores a 300 mm (y, en general, muy mal distribuidas), se encuentran en el sureste de la Península Ibérica, concretamente en Almería, donde un 24 por 100 de su superficie es árida (el Parque Natural marítimo-terrestre del Cabo de Gata-Níjar, es la zona más árida de la Península), Murcia (32 por 100 de la provincia es árida) y Alicante (más del 25 por 100 de esta provincia es árida) y también en las islas Canarias más orientales (Lanzarote y Fuerteventura son las islas canarias más próximas al continente africano y, por ello, las más afectadas frecuentemente por la calima. En ellas, las precipitaciones anuales son muy bajas; estamos hablando de 98 l/m2 al año en el sur de Fuerteventura y no se superan los 200 l/m2 en el resto. Las temperaturas no varían mucho a lo largo del año y las mínimas no bajan de los 14˚C).

La totalidad de estas zonas vienen a suponer del 2,6 al 2,8 por 100 de la superficie de España.

A señalar que, en el sureste de la Península, la escasez de precipitaciones se debe a la pantalla ejercida por la Cordillera Penibética. La misma “para y estanca” con frecuencia a las tormentas del norte y noroeste; por otra parte, la aridez de las islas Canarias (especialmente Fuerteventura y Lanzarote) se debe a la persistencia del Anticiclón de las Azores y a la influencia sahariana.

Bajo estas premisas, estas zonas y una gran parte de España son muy sensibles a una alteración negativa del régimen de lluvias, tal y como se está pudiendo constatar en estos momentos de pocas lluvias y altas temperaturas y cuando la capacidad del agua embalsada sólo es de un 60 por 100, aproximadamente, de la capacidad total (embalsados hay unos 33.300 hectómetros cúbicos lo que significa unos 5000 – 5550 hectómetros cúbicos de lo que es o era habitual en “años normales”).

No hay que minusvalorar el hecho de que la falta de precipitaciones en esta primera quincena de abril, que ha ido acompañada de unas elevadas temperaturas en muchas regiones de España, han agudizado los problemas de sequía que ya se arrastraban en una parte de nuestra geografía (por ejemplo, en Castilla y León y Castilla-La Mancha) y han perjudicado de forma significativa la evolución de los diferentes cultivos.

Con seguridad, a muy corto plazo surgirán, una vez más, las peticiones al Gobierno Central para que se aprueben los llamados Decretos de Sequía. Como es sabido, en ellos se establecen una serie de medidas para hacer frente a este tipo de crisis.

Teniendo en cuenta todas estas realidades, es perfectamente razonable que uno de los objetivos prioritarios del MAPAMA para este año 2017 sea la elaboración del “Pacto Nacional del Agua”. El mismo deberá afrontar no solo el presente y el futuro a corto plazo (que estará muy bien) sino que, fundamentalmente, deberá entrar en el medio y largo plazo, con el cambio climático presente como una realidad incontrovertible y de importantísimos efectos en España.

  1. La crisis del ovino de carne

Con independencia de lo que está aconteciendo con el ovino de leche, sumido en una importante crisis de precios, el sector del ovino de carne no ha con seguido levantar adecuadamente el vuelo durante este periodo pascual. En efecto, las buenas expectativas que había para estos últimos días festivos, donde se esperaba un incremento en el consumo interno y de la animación en los pedidos para la exportación, no se han cumplido totalmente; por otra parte, la oferta de animales en el campo (como era de prever) también ha aumentado. La consecuencia ha sido que los precios  permanecen sin apenas variaciones en la mayoría de lonjas y mercados nacionales, donde lo más habitual han sido las repeticiones en las cotizaciones.

Lo que sí es cierto es que se han registrado algunas pequeñas subidas en los precios de los corderos, tanto de los pequeños como de los de más peso, como consecuencia del aumento de la demanda.

La problemática del ovino de carne viene de lejos y se fundamenta de manera importante en un descenso brutal del consumo aparente que ha pasado de unas 272.000 toneladas en el año 2003 a unas 90.000 toneladas en el año 2016 (lo que supone una pérdida del 66 por 100); y paralelamente, en un desplome del consumo aparente per cápita global, que ha descendido, en los 14/15 años considerados, desde casi 6 Kg. a los 1,6 Kg. actuales. Es verdad que también la producción ha mermado de manera muy importante, pasando la misma de unas 260.000 t en el año 2003 a las 130.000 t actuales.

No obstante, como se puede constatar, el descenso de la demanda ha sido muy inferior al de la oferta lo que ha determinado el hecho de que el autoabastecimiento haya pasado del 3,2 por 100 (año 2003) al 207 – 208 por 100 (año 2016).

Esta realidad ha obligado a forzar las exportaciones de manera enormemente importante. Así, en el pasado año 2016 las exportaciones en este sector fueron muy importantes; pero, una gran parte de las mismas, especialmente a Terceros Países, fueron realizadas con animales vivos (9.000 t a Europa y 35.000 t a Terceros Países, en equivalentes kilos canal); ello significa que no se quedó en España una parte importante del potencial valor añadido. Paralelamente, a lo largo del año pasado, se exportaron en carne y despojos unas 32.000 t a Europa y 5.500 t a Terceros Países.

De lo expuesto se puede deducir que la crisis en el ovino de carne es estructural y necesita de importantes medidas de choque, que es lo que está intentando llevar a cabo Interovic. No es un tema sencillo ni rápido; la caída es demasiado profunda como para poder esperar, a corto plazo, mejoras significativas.